Mascando coca
El trayecto se sortea con mates y galletas y otros tantos recurren a las hojas de coca apoltronadas en los cachetes como un flemón para solventar la ascensión de tres mil metros hasta el final de recorrido. Ciertas leyendas develan un frondoso repertorio de síntomas de la altura y los cambios de presión atmosférica. El apunamiento suele traer aparejados mareos, náuseas, malestares y pérdida de elegancia. No es el caso en el