¿TE PREOCUPA TODO?
Los pensamientos y el sistema de creencias son los “anteojos” con los que se interpretan los hechos de la realidad. Estas proceso de evolución corra cada vez más rápido. La ambición por obtener cada vez más y más dinero genera un mercado laboral individualista y marcadamente competitivo.
En esta vorágine, muchas personas intentan llenar ese vacío que les deja la cultura pasatista y tienen esta adicción, que se alimenta con diferentes motivaciones personales como el progreso económico, ascenso laboral, obtención de mayor estatus social.
La doctora María Teresa Calabrese, psiquiatra y psicoanalista, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), explica esta tendencia: “La diferencia entre una persona que es adicta al trabajo y una muy responsable puede ser muy sutil, pero, en general, el adicto es una persona que está todo el tiempo pensando en el trabajo; que si tiene una cena familiar, o unos días de vacaciones, lleva la notebook; y está permanentemente pendiente del celular”.
Un auténtico “workaholic” es el dependiente compulsivo, aquel que trabaja arduamente todo el día y hasta en vacaciones, y piensa que todavía no es lo suficiente para alcanzar su objetivo, y los logros que obtiene no corresponden al lapso que le dedica. Deja de tener horas libres conscientemente y depende de la oficina en una forma enfermiza.
Estas personas, tarde o temprano, sufren consecuencias físicas,