MEJOR PREVENIR
El terror nocturno que sufren los niños da lugar a una situación por demás desagradable y angustiante para los padres que ven a sus pequeños gritar con una desesperación y una intensidad inusitadas. Por eso, es importante saber que es normal que les suceda habitualmente, incluso una vez por semana. “Se da en la etapa de los miedos naturales, como son el temor a las tormentas y a los monstruos”, explica la pediatra y psicoanalista Felisa Widder. Pero aclara: “Cuando se da varias veces por semana o más de una vez por noche, es patológico, por lo que lo mejor es hacer una consulta, en principio, al pediatra”. intensa a la que no se le puede poner palabras. Los chicos, cuanto más pequeños son, más manifiestan la angustia con el cuerpo”, explica Felisa Widder, pediatra y psicoanalista miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina.
Por su parte, Mirta Dall’Occhio, psicóloga y directora del centro de estudio de estrés y ansiedad Hémera, indica que este fenómeno afecta del 3 al 6 por ciento de los niños de dos a cuatro años, especialmente a los varones. Asimismo, señala que los episodios de terror nocturno se dan “en las primeras dos y tres horas en que el niño concilió el sueño. Puede tener despertares súbitos donde está como dormido, pero chilla, grita y se sacude. Los padres se confunden y piensan que es una pesadilla”.
¿Qué preguntás, má?
A diferencia de cuando sufren efectivamente pesadillas, “los chicos con terror nocturno no tienen recuerdo de lo que les sucedió”, aclara Widder.
Por otro lado, mientras que las pesadillas aparecen en la etapa REM del sueño, es decir cuando este es especialmente profundo, el terror nocturno sucede previamente, cuando “el sistema nervioso central pasa de la vigilia a la fase REM”, aporta Dall’ Occhio.
Vale aclarar que no se trata de un trastorno nuevo. Sólo que actual-