UNIDOS POR LA FALTA
En los EE.UU. desde 2001 existe una asociación llamada AVEN (The Asexual Visibility and Education Network), que nuclea a más de 100 mil afiliados y difunde públicamente la asexualidad. Su objetivo es legitimar a esta comunidad de personas sin deseo sexual y brindarles la oportunidad de conocerse y compartir experiencias. Según las estadísticas, los asexuados alcanzan la cifra del 1% a nivel mundial, es decir, alrededor de 74 millones de personas. Hace dos años, además, se publicó en Canadá el libro Understanding Asexuality, escrito por Anthony Gobaert, un profesor de la Universidad de Brock, un experto mundial en la materia. soy lesbiana y no me animo a decirlo, pero nada que ver. Yo pienso que el amor es algo más espiritual, puedo estar con un chico y pasarla bien sin necesidad de tener sexo”.
En pleno debate y aceptación de la diversidad sexual, cuando la sociedad −e incluso el Estado− acepta ampliar las categorías de género a homosexual, bisexual, transexual, polisexual y muchos más, los asexuados no se quedan atrás y se imponen como una nueva tendencia basada en anular el sexo de la vida cotidiana. Este año incluso crearon el “Día de la Visibilización Asexual” bajo el hashtag #AceDay y lo festejaron el 8 de mayo subiendo selfies a las redes sociales y reconociendo la existencia de esta cuestionada moda. Más de 15 mil personas se autoproclamaron parte de la juventud ACE y denunciaron sentirse discriminados y repudiados por la mayoría de sus pares.
“Ni siquiera los padres entienden nuestra actitud”, agrega Martina. “Piensan que lo normal es ir a fiestas, tener citas y tener relaciones sexuales. Pero somos muchos los que nos divertimos más quedándonos en casa, mirando videos por Youtube o chateando con amigos”.
Adriana Martínez, psicoanalista coordinadora asistencial de Funda-