MOLDEÁ TU MATERIA GRIS
Meditar tiene muchos beneficios para la salud: disminuye la presión arterial, mejora el sistema inmunológico, reduce la tensión muscular y las probabilidades de padecer problemas cardiovasculares. Un estudio realizado por el Hospital General de Massachusetts llegó a la conclusión de que meditar con regularidad modifica el cerebro: la resonancia magnética realizada a 16 personas que meditaron media hora por día durante dos meses, demostró que la materia gris se había vuelto más densa en el hipocampo, la zona del cerebro clave para el aprendizaje y la memoria. Al mismo tiempo, había disminuido la materia gris de la amígdala cerebral, donde se encuentran las neuronas vinculadas con el estrés.
Daniel López Rosetti, médico cardiólogo del Hospital Municipal de San Isidro, cuenta: “Acá llegan pacientes con problemas del corazón, gastrointestinales, cáncer, alergias, y se los atiende individualmente, pero también participan de talleres en los que aprenden técnicas de meditación. Y observamos muchos beneficios: bajan el nivel de ansiedad, la depresión y hay mejoras clínicas en muchas patologías”.
No se trata de anular la mente, sino de darle un respiro para que funcione con más claridad, dejando que los pensamientos aparezcan y sigan su curso. “Meditación es ver el conmovedor y siempre cambiante movimiento de la vida”, dijo el filósofo J. Krishnamurti. “El silencio de la mente llega de forma natural, sin esfuerzo, si uno sabe mirar. Cuando observe una nube, mírela sin la palabra y, por tanto, sin el pensamiento. Si luego uno puede mirarse a sí mismo sin ninguna conclusión, sin juzgar, entonces encontrará que el cerebro se vuelve extraordinariamente quieto. La meditación no es un medio para algo. No tengo que acudir a nadie para que me diga qué es meditar o para que me asigne un método. Lo puedo descubrir muy sencillamente observándome. No me lo dice otro; lo sé”. •