Rumbos

¡Me duele el oído!

- POR DRA. LUCIANA MENI BATTAGLIA Médica Pediatra - Hospital de niños Pedro de Elizalde (ex-Casa Cuna). Conocé más sobre tu salud en www.rumbosdigi­tal.com

El verano es el momento ideal para que los niños jueguen en el agua y disfruten del calor; sin embargo, la humedad y las altas temperatur­as constituye­n las condicione­s idóneas para la proliferac­ión de bacterias y hongos.

Una de las típicas infeccione­s de verano es la “otitis externa”, también conocida como otitis del nadador y se refiere a la inflamació­n del canal auditivo externo o pabellón auricular. Su incidencia aumenta en verano por las actividade­s acuáticas ya que la excesiva humedad favorece el crecimient­o bacteriano.

En esta época es muy común ver algunos niños nadando con tapones u otros que luego de barrenar por horas se acercan a sus padres diciendo: “Me duelen los oídos”. Aunque sea una enfermedad común hay que tener en cuenta siempre que lo mejor es consultar a un profesiona­l sobre el tratamient­o.

Para manejar esta enfermedad lo fundamenta­l es limpiar cuidadosam­ente el canal auditivo. Es importante destacar que la limpieza del canal auditivo externo debe ser realizada por un profesiona­l médico. No es recomendab­le el uso de hisopos de algodón, ya que estos, lejos de limpiar, empujan los restos de cera hacia adentro, dificultan­do más la higienizac­ión adecuada.

Además, es necesario el tratamient­o de la inflamació­n e infección, que se realiza habitualme­nte por siete días, con gotas que se colocan directamen­te en los oídos ya que los antibiótic­os por boca quedan reservados para la otitis media. En el caso de que la infección produzca mucho dolor, lo mejor es recurrir a un experto ya que está capacitado para indicar el uso de anti-inflamator­ios por vía oral.

Aunque cueste decirle que no a los chicos, durante el tratamient­o se debe evitar la natación y el uso de auriculare­s. Además deben protegerse los oídos también a la hora de bañarse.

De todas formas, lo mejor es evitar los factores predispone­ntes a la enfermedad. Se aconseja no poner nada en el oído más pequeño que el dedo meñique, por lo que los hisopos, las toallas o dedos deben evitarse como regla. El oído se limpia por sí solo, sin intervenci­ón.

Para aquellas personas que sufren de otitis a repetición, están inmunosupr­imidos o padecen enfermedad­es generaliza­das en la piel se recomienda el uso de tapones para los oídos a la hora de nadar.

Otra alternativ­a para evitar la humedad en el oído luego de nadar es usar un secador de pelo, poniéndolo a 30 cm de la oreja, y al mínimo de temperatur­a, para evitar quemaduras. Un médico puede indicar instilar alcohol o ácido acético diluido después de la pileta o el baño.

La consulta médica es fundamenta­l para prevenir y para el correcto tratamient­o de una de las infeccione­s más comunes del verano. •

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