¡Me duele el oído!
El verano es el momento ideal para que los niños jueguen en el agua y disfruten del calor; sin embargo, la humedad y las altas temperaturas constituyen las condiciones idóneas para la proliferación de bacterias y hongos.
Una de las típicas infecciones de verano es la “otitis externa”, también conocida como otitis del nadador y se refiere a la inflamación del canal auditivo externo o pabellón auricular. Su incidencia aumenta en verano por las actividades acuáticas ya que la excesiva humedad favorece el crecimiento bacteriano.
En esta época es muy común ver algunos niños nadando con tapones u otros que luego de barrenar por horas se acercan a sus padres diciendo: “Me duelen los oídos”. Aunque sea una enfermedad común hay que tener en cuenta siempre que lo mejor es consultar a un profesional sobre el tratamiento.
Para manejar esta enfermedad lo fundamental es limpiar cuidadosamente el canal auditivo. Es importante destacar que la limpieza del canal auditivo externo debe ser realizada por un profesional médico. No es recomendable el uso de hisopos de algodón, ya que estos, lejos de limpiar, empujan los restos de cera hacia adentro, dificultando más la higienización adecuada.
Además, es necesario el tratamiento de la inflamación e infección, que se realiza habitualmente por siete días, con gotas que se colocan directamente en los oídos ya que los antibióticos por boca quedan reservados para la otitis media. En el caso de que la infección produzca mucho dolor, lo mejor es recurrir a un experto ya que está capacitado para indicar el uso de anti-inflamatorios por vía oral.
Aunque cueste decirle que no a los chicos, durante el tratamiento se debe evitar la natación y el uso de auriculares. Además deben protegerse los oídos también a la hora de bañarse.
De todas formas, lo mejor es evitar los factores predisponentes a la enfermedad. Se aconseja no poner nada en el oído más pequeño que el dedo meñique, por lo que los hisopos, las toallas o dedos deben evitarse como regla. El oído se limpia por sí solo, sin intervención.
Para aquellas personas que sufren de otitis a repetición, están inmunosuprimidos o padecen enfermedades generalizadas en la piel se recomienda el uso de tapones para los oídos a la hora de nadar.
Otra alternativa para evitar la humedad en el oído luego de nadar es usar un secador de pelo, poniéndolo a 30 cm de la oreja, y al mínimo de temperatura, para evitar quemaduras. Un médico puede indicar instilar alcohol o ácido acético diluido después de la pileta o el baño.
La consulta médica es fundamental para prevenir y para el correcto tratamiento de una de las infecciones más comunes del verano. •