La risa y ese secreto que pocos conocen
El humor es una excelente estrategia para desdramatizar. ¿Pero cómo provocarlo si estamos enojados o avergonzados? Acá te damos algunas ideas para volcar la balanza del lado positivo.
Una chica entra a una fiesta. Divina, bien peinada, manos impecables y un vestido precioso. Aún no llegaron todos los invitados. Saluda y la saludan con amabilidad, pero a poco de irse, de su lado se escuchan algunas risas que pretenden –aunque no logran– disimular. Pasan unos minutos hasta que alguien le avisa que tiene mal puesto el vestido “atrás”. Alarmada, gira el torso para ver, de perfil, su espalda, a la vez que con las manos se palpa rápidamente y cae en la cuenta de que la falda del vestido se enganchó en su ropa interior, dejándole al descubierto la cola y una bombacha que no es demasiado linda ni está en las mejores condiciones.
Las opciones son dos, acomodarse y huir en cuanto sea posible, además de evitar reencontrarse con aquellas personas por una larga temporada; o arreglarse mientras se ríe espontáneamente y hace algún comentario jocoso de autocrítica para seguir disfrutando de la fiesta y hasta contar el papelón a otros invitados que se perdieron la anécdota. En definitiva, si no lo hace ella, seguramente otros lo harán.
Así, la clave para salir airosos de cualquier situación vergonzosa está en tener la capacidad de reírse de uno mismo. Tropezarse de manera absurda, decir algo incorrecto, equivocarse, hacer un ruido o un gesto inoportuno, confundir a alguien con otra persona, ser descubierto en una situación incómoda, tener algún detalle físico fuera de lo común, estornudar de modo bizarro o generar un papelón inolvidable… Todo puede ser motivo, en igual medida, para sentir que protagonizamos un ridículo sin retorno; o, por el contrario, que vivimos alguna circunstancia que invita a la carcajada propia y ajena.
La psicoanalista Adriana Guraieb, miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina, afirma que lo mejor sucede cuando, en estos contextos, "el entorno se acerca con empatía y complicidad para reírse, sin criticar. Esto implicará, a futuro, una oportunidad para que los demás también apelen a este recurso".