Jungla de píxeles
Para Walt Disney, que llevó adelante personalmente el proyecto del filme y falleció a poco del estreno, fue una tentación: animales antropomórficos que plantean dilemas morales. La remake que se estrenó hace unos días en la Argentina busca otros efectos: hiperrealismo digital, mucha acción (el director es Jon Favreau, el mismo de Iron Man), un único actor humano (el niño Neel Sethi, neoyorquino de origen indio) y voces que engrosan la taquilla: Ben Kingsley como Bagheera, la encantadora serpiente Scarlett y Bill Murray cantando el tema de Baloo: “Mamá Naturaleza te lo da”.
Hay varias diferencias con el libro: en Kipling, el cachorro de hombre no lleva taparrabos, va desnudo; Kaa no es tan mala; Baloo es más sabio y menos hippie; y no hay un Rey Louie, temible líder de los monos sin ley que repite el error del 67: es un orangután, habitante de Malasia o Indonesia. En todo caso, la India de Kipling ha dejado de ser lo que era, y vale para el autor la advertencia de Bagheera a Mowgli: “La selva ya no es un lugar seguro para ti”. “¡Pero éste es mi hogar!” protesta el chico. “Sólo los hombres pueden protegerte ahora”, replica la pantera.
Occidente ha sido, entonces, el refugio del controvertido Kipling. Casi oculta por una selva similar a la concebida por Disney, la casa en dos plantas donde, según afirma una placa, nació el escritor, se ve desvencijada y cubierta de una herrumbre verde poco atractiva para los turistas que visitan Mumbai. La desidia se explica: los indios no logran cons'"e2q2lo u6o "e los suyos. •