La obra póstuma de Galeano
Una selección de microrrelatos con fuerte sentido crítico que pretenden defender la dignidad humana y reflexionar sobre ella.
“Un libro es bueno cuando cambia a quien lo lee”, sentenció poco antes de morir, en abril de 2015, el autor de estos relatos. Y bajo esta premisa se puede decir que El cazador de historias es un buen libro. Galeano logró un contenido reflexivo, dejando en claro su postura de izquierda y utilizando el poder de la palabra para denunciar las injusticias sociales e inmortalizar historias dignas de ser contadas.
Sus allegados recuerdan de él que era un verdadero cazador de historias. Tenía unas libretitas en su bolsillo donde anotaba ideas, cosas que le contaban o frases que veía en las paredes. “Son las historias quienes me tocan el hombro cuando voy caminando por ahí”, explicó alguna vez.
En sus 74 años de vida, Galeano fue haciendo camino al andar y capitalizó su experiencia en estos breves relatos que tocan temáticas como la identidad de los pueblos originarios, el protagonismo de la mujer en la historia, el exilio, el fútbol, el amor y la muerte. ¿Se estaba despidiendo?
En sus últimos días, el escritor uruguayo redactó unos textos, a los que llamó “Garabatos varios”,