ENCONTRAR EL EQUILIBRIO
Cuando uno no logra comunicar con claridad lo que desea, piensa o siente, lo que provoca es una herida o enojo en el otro e, incluso, puede que se quede con la sensación de haber perdido la oportunidad o que quedó mucho por decir.
Por eso, hay que evitar caer en los extremos. Es decir, no hay ni que adoptar una actitud pasiva en la que se pierde la chance de comunicar porque uno “se queda corto” con lo que tenía para expresar; ni una postura oscura en la que uno “termina siendo agresivo y tiene una conversación que se torna imperativa que busca más que trasmitir la idea, imponerla”, explica la psiquiatra.
Quien no es suficientemente asertivo porque es pasivo, “lo más probable es que se sienta frustrado porque no logró lo que quería” mientras que si la razón es que fue