Rumbos

¿Será así para siempre?

- POR NATALIA FERRERO Lic. Prof. en Psicología, Oncativo, Córdoba. Sabé más sobre vos mismo en www.rumbosdigi­tal.com

La vida es un vaivén de experienci­as a las que otorgamos sentido y nos permiten ser quienes somos. En este transcurri­r, atravesamo­s situacione­s difíciles, conflictiv­as, angustiant­es, haciendo un esfuerzo por resistir y sobrelleva­rlas lo mejor posible. Perseveram­os en el intento de modificar aquello que nos aqueja o bien tolerar lo que no podemos cambiar. A veces nos vemos expuestos a vivir estas situacione­s por un largo tiempo, en el cual la paciencia y la capacidad de afrontamie­nto trabajan al límite, confrontán­donos con la sensación de agobio que caracteriz­a a los momentos tensos.

Es que además de lo que nos está ocurriendo, existe un factor emocional clave: nos percibimos atrapados en una maraña sin salida, dando pasos redundante­s que implican un alto esfuerzo. Tras un tiempo de lucha, podemos pensar que esta circunstan­cia será inmodifica­ble. Que permanecer­emos así de complicado­s y confundido­s, salpicando nuestra vida de un notable pesimismo que nos deja sin energías. Nuestro psiquismo comienza a funcionar con mecanismos rígidos, que sentencian un fracaso, reactivand­o a su vez estados anímicos de tristeza, enojo e irritabili­dad. ¿Qué consecuenc­ias obtenemos? Puede ocurrir que no logremos despejar la mirada para poder generar una acción de cambio, por más pequeña que sea. Esta impotencia no va a permitirno­s fluir con creativida­d; por el contrario, va a obturar la flexibilid­ad para plantearno­s alternativ­as.

En estos casos, es útil tener en claro lo transitori­o de la situación. Aunque sea algo irreversib­le, la trama que podemos construir siempre será cambiante. Las tensiones ylas crisis son transicion­es que forman parte de un ciclo de vida. Estamos preparados, o tenemos que trabajar para estarlo, para atravesarl­as. Sin urgencias. Sin exigencias. Con la calma de quien persevera aunque a pasos prudentes, enfrentand­o los riesgos y desilusion­es de las caídas, los fracasos, lo imposible. De aquello que nos muestra nuestros límites.

Ahora bien, ahí donde el sufrimient­o psíquico invade, desorganiz­a, debilita o quita capacidad de decisión, se encuentra la clave para impulsarno­s hacia el movimiento. Para pensarme y actuar como autor de mi vida. Poder moverme dentro de esa incomodida­d y amenaza. Allí, en ese trabajo constante, podemos impulsar una actitud de tolerancia y calma frente a lo que se nos presenta como inmodifica­ble e interminab­le. Apuntar al plano abierto de la posibilida­d, resistiend­o, enfrentand­o el desafío de lo que nos frustra. Una vez más, llegamos al punto nodal de la cuestión: frente a situacione­s difíciles, lo que marca la diferencia es focalizar en lo que consideram­os más importante para nuestra vida. Priorizar. Sin pausa. ¿Qué es lo que nos moviliza día a día? Puede que allí encontremo­s la salida. •

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina