Niños con psoriasis
La psoriasis es una enfermedad de origen inmunológico, crónica, inflamatoria, no contagiosa, que se manifiesta en forma de marcas rojas cubiertas por escamas blancas sobre la piel (en especial en codos, rodillas, tronco y cuero cabelludo). Puede manifestarse en hombres o mujeres indistintamente y a cualquier edad. Se estima que esta patología afecta entre el 2 y el 3% de la población argentina. El diagnóstico temprano de la enfermedad favorece al tratamiento oportuno, así como también a evitar o postergar la aparición de complicaciones de importancia.
La psoriasis puede traer complicaciones asociadas como el síndrome metabólico o la artritis psoriásica que, de presentarse en un paciente bajo control, se pueden controlar y disminuir las consecuencias producidas por las mismas.
Si bien el foco en el síndrome metabólico se ha puesto en adultos, un estudio demuestra que los pacientes con psoriasis pediátrica tienen dos veces más posibilidades de desarrollar obesidad y aumento de peso que el resto de la población infantil. Por eso, es fundamental que el paciente conozca esta situación para estar atento a posibles síntomas y consultar cuanto antes con su médico dermatólogo.
Hay numerosos autores que ubican a la psoriasis como parte del síndrome metabólico; esta valoración asocia a esta patología el sobrepeso. A su vez, es conocido que el aumento de la adiposidad y de peso son factores de riesgo de la psoriasis.
Es fundamental que las personas que sospechen tener síntomas de la enfermedad o tengan dudas acerca de su tratamiento, acudan a médicos dermatólogos, ya que son los especializados en el diagnóstico, manejo y tratamiento de la psoriasis. Las consultas tempranas pueden evitar el empeoramiento de la psoriasis y posibilitar el abordaje de enfermedades acompañantes o paralelas, como la obesidad.
El Hospital Pediátrico del Niño Jesús, así como otros centros públicos del país, cuenta con un Departamento de Psoriasis dedicado especialmente a reconocer clínicamente la enfermedad y a asistir de manera personalizada a cada paciente, realizando una historia clínica específica y completa.
Tener psoriasis implica a menudo un fuerte impacto psicológico, ya que las marcas en la piel están a la vista y generan rechazo en quienes no conocen la enfermedad. Las relaciones familiares, laborales y sociales pueden verse afectadas y, además, es un desencadenante de otras patologías psicológicas como la ansiedad y la depresión.
Por este motivo se intenta ayudar al paciente pediátrico en el desarrollo de sus potencialidades, para llegar al autodescubrimiento, aceptación de sí mismo y el libre despliegue de su persona. •