“Barras y dirigentes son un cóctel explosivo”
Fue ícono del mejor fútbol argentino de las décadas del 70 y el 80, un paladín del juego bonito y la nobleza deportiva. Desde hace más de tres décadas dirige una reconocida escuela deportiva y trabaja junto con UNICEF. El ex jugador de Boca e Independiente está harto de la impunidad que rodea al fútbol y asegura que Carlitos Tevez y Daniel Osvaldo dan cuenta de dos maneras opuestas de vivir el fútbol. Todavía mantiene la estampa de crack Claudio Marangoni. Elegante y en buen estado físico, el ex número cinco de Boca e Independiente, entre otros, siempre fue un “distinto”, apelativo que dentro del fútbol acreditan unos pocos. Se sabe que “Maranga” no tomó el camino de la mayoría de los que se retiran, que apuestan por ser técnicos, mánagers o dirigentes. El diestro rubio, que integró ese mediocampo lujoso que formaban Giusti y Bochini, se abocó a la docencia deportiva en lo mejor de su carrera y abrió una escuela de fútbol allá por 1984, cuando ese campo todavía era virgen. Le fue tan bien en el rubro, que las canchitas con educación y orientación deportiva que forman pibes crecieron y a la sede central de Parque Las Heras, en Capital Federal, se sumó otra igualmente importante en San Isidro. Hoy, el kinesiólogo Marangoni, porque se recibió, está orgulloso del emprendimiento, que acaba de cosechar dos grandes noticias: por un lado, desde abril se asoció con UNICEF para trabajar en conjunto en el desarrollo de los chicos que se encuentran en situación de vulnerabilidad; por otro, acaba de concretarse el vínculo para básquet y fútbol con las escuelas de la Fundación del Real Madrid – que trabaja en 160 países– para realizar todo tipo de intercambios. Todo esta suerte de emporio deportivo, que incluye gimnasia deportiva, comedia musical y danza, con el apoyo de Julio Bocca, cuenta con unos 200 profesores y el