Conocerte para prevenir
En la Argentina, se diagnostican alrededor de 17.000 casos nuevos de cáncer de mama al año, lo que se traduce en alrededor de 5.400 muertes durante el mismo período. Las cifras varían según la zona del país que analicemos: la Ciudad de Buenos Aires y la región de Cuyo son las que tienen las mayores tasas de mortalidad por esta causa, mientras que las provincias del Norte, especialmente del Noroeste, presentan indicadores inferiores.
Sin embargo, la tasa de mortalidad se redujo en los últimos años. Esto se debe principalmente a los programas de detección precoz y los avances en su tratamiento. Asimismo, el diagnóstico de tumores más pequeños permite aplicar terapias menos agresivas.
Algunos factores de riesgo son los antecedentes familiares con esta afección, el sedentarismo, el sobrepeso y el exceso de consumo de alcohol, aunque muchos de ellos son modificables. Está comprobado que un estilo de vida saludable previene enfermedades oncológicas y cardiovasculares. El ejercicio físico aeróbico, por ejemplo, disminuye la probabilidad de contraer este cáncer, especialmente en la posmenopausia.
¿Cómo podemos diagnosticarlo? A través del autoexamen mamario. El objetivo es el conocimiento del propio cuerpo, y en base a ello, la detección de transtornos. Se aconseja efectuarlo una vez al mes durante la semana siguiente al período menstrual. El análisis clínico anual también es fundamental y tiene una especificidad del 90 por ciento.
Dentro de este chequeo, existen distintos exámenes médicos. La mamografía es clave. Se trata de una radiografía de las mamas y es considerada el mejor método para la detección temprana, cuando todavía no se manifiestan síntomas. Se recomienda realizarla a partir de los 40 años en mujeres sin factores de riesgo. En tanto, la ecografía se utiliza en algunos casos como complemento de la mamografía y sirve para diferenciar entre masas mamarias sólidas y quísticas. Por su parte, la resonancia magnética nuclear resulta útil para estudiar a mujeres con sospecha de rotura de implantes mamarios y tumores especiales. Finalmente, la biopsia es un procedimiento consistente en la extirpación de una porción pequeña de tejido o células para la confirmación definitiva del cáncer. De acuerdo a cada situación, podrá llevarse a cabo la punción por medio de la piel o la cirugía convencional.
El camino hacia la cura puede incluir operaciones, radioterapia y medicamentos. La finalidad de los tratamientos quirúrgicos y radiantes es el control local, mientras que los medicamentosos se emplean para sobrellevar la enfermedad a distancia o disminuir el tamaño de la lesión mamaria.