Nerds, parques y pelirrojos
En Boston se respira conocimiento: es algo que se percibe en la calle. Los cafés, las libreríasy los restaurantes están atestados de estudiantes con pinta de haber participado de un casting de la serie The Big Bang Theory, chicos y chicas que van por la vida con aires de nerd y llenos de propósitos. Es una ciudad mucho más europea que estadounidense. Se puede caminar de punta a punta, atravesando parques (es una de las ciudades más “verdes” de Estados Unidos) y calles de edificios bajos, de ladrillos a la vista, que le confieren a todo el entramado urbano un tono colorado acorde a los cientos de miles de pelirrojos irlandeses que conforman su comunidad inmigrante más tradicional, hoy salpimentada por estudiantes e inmigrantes de los lugares más diversos del globo.
“Aquí, todo el mundo está haciendo algo interesante, algo que merece la pena que escuches”, dice Jonathan Bennett, un escocés fan del rugby que se instaló en Boston con su familia hace unos años, para trabajar en Merck, uno de los grandes laboratorios mundiales. “A veces, con sólo cruzar la calle, podés tomar un café con un premio Nobel o con gente que está a punto de revolucionar la medicina. Y eso es algo que sólo pasa en Boston”. •