Del odio al glamour
Lejos quedó el tiempo en que llevar azul y negro era condenado por los oráculos de la moda. Pero eso sí, el uso de esta tendencia 2017 abriga un secreto: el equilibrio. Se trata de jugar al monocromo y el detalle, o alternar el color. Si el vestido es azul, los zapatos y las medias pueden ser negros; y a la inversa si el outfit es negro. También es central el contraste: a las texturas suaves combinalas con otras más rústicas; a la opacidad, con algo brillante.