En el paraíso del Malbec
A minutos de la Ciudad de Mendoza, este enclave soñado nos invita a planear una escapada primaveral para disfrutar del reverdecer de las viñas, sus excelentes vinos y delicias gourmet.
La vida natural se despereza en Luján de Cuyo, la tierra del Malbec, y el tinte ocre del invierno va dando paso a los verdes. En este tesoro mendocino situado a 18 km de la capital provincial, los viñedos con la cepa insignia de la Argentina se avistan a lo lejos, a los pies del Cordón del Plata, pero también en los jardines de las casas de familia. Aprovechando el encanto de este lugar único, las 55 bodegas lujaninas que se distribuyen la producción de vinos, agitan el avispero del enoturismo y el maridaje gourmet: organizan visitas guiadas para asomar al proceso de producción, degustaciones y clases de cocina al mando de prestigiosos cocineros y sommeliers; algunas firmas, como Lagarde y Renacer, también invitan a elaborar el propio vino artesanal. El clima primaveral se torna delicioso para recorrer los viñedos en bici o a caballo, mientras que de febrero a abril se puede participar de la cosecha de las uvas. Muchas de estas bodegas cuentan con sus propios restaurantes y cultivan la cocina de autor con impronta regional. Las mesas se sirven al borde de las viñas, propiciando momentos de serenidad y disfrute del horizonte, mientras se come algo rico y se bebe un gran vino. Para facilitar la llegada de los visitantes, desde junio Aerolíneas Argentinas mejoró su conectividad con la Ciudad de Mendoza: 14 vuelos semanales desde Córdoba; 7 desde Neuquén; 4 desde Rosario; 3 desde Salta y 47 desde Aeroparque. Más info: www.aerolineas.com.ar turismo@lujandecuyo.gob.ar