DANTE SPINETTA
CRECIÓ EN SALAS DE ENSAYO, CON UN PADRE ILUMINADO Y “TÍOS” COMO FITO, CHARLY Y LOS ABUELOS DE LA NADA. MIENTRAS JUNTA LAS PIEZAS DE SU CORAZÓN TRAS LA MUERTE DE LUIS ALBERTO Y DE LA SEPARACIÓN DE LA MADRE DE SUS HIJOS, DANTE SPINETTA ESTRENA PUÑAL, SU DIS
Una cosa es Dante Spinetta como integrante de Illya Kuryaki; otra muy pero muy distinta, es Dante al frente de su proyecto solista. Ya había exteriorizado con pinceladas su faceta intimista y romántica en “Pyramide”, el disco que salió hace ya lejos, en 2010. Y ahora, con “Puñal”, su cuarto trabajo en solitario, acentúa ese paisaje con una pintura entre dulce y dark, vulnerable y poético y, si se quiere, con un costado meloso sorprendente y entrador para un guerrero rapero. “Yo siempre fui de dar mucho amor, aunque creo que nunca lo hice de manera tan consciente, ni lo decía tan explícitamente como lo estoy haciendo ahora”. Una charla sobre música, amores rotos, pérdidas, muertes y resurrecciones.
¿Te daba vergüenza el amor? Puede ser. Encima el rap es un género que por lo general le escapa al amor, más bien sienta una posición dura, agresiva, con la que no estoy de acuerdo para nada. Yo creo que si no amaste realmente, o nunca te amaron, todavía te falta algo importante para ser el hombre que creés que sos. Hay que saber aceptarlo. ¡Epa… qué frase! De manual, pero en tu boca tiene otro significado… Hoy te puedo decir que yo soy vulnerable y con el corazón rasgado, lo que no me hace menos viril, y acepto que puedo amar y ser amado, y que una chica me puede hacer feliz como, también, destruir el corazón.
De la vieja escuela
Dante se compenetra y resulta un entrañable verborrágico que gesticula pero que casi nunca mira a su interlocutor. Un Bielsa, digamos. Sigue su derrotero por los corazones rotos, desilusiones y frustraciones… Hasta que aparece su ex mujer, María, con quien estuvo casado diez años y tuvo a Brando (15) y Vida (12). “No sé si fue un fracaso mi matrimonio con María, porque a uno le sale la tanada si toma sólo el final, la ruptura. Obvio que tuve grandes momentos, años inolvidables y tengo dos hijos, que son lo más importante de mi vida y que resultaron fruto de ese amor. El tema es que de golpe todo cambia, el amor cambia, disminuye, y vos te distanciás, te separás y uno no está preparado para eso. Es como una puñalada de la vida, o la muerte de los sueños y de los proyectos”
Cada vez los sueños mueren más seguido...
Vos pensá que yo soy de la vieja escuela, soy re tano, me metieron en mi cabeza el concepto de familia, y me dolía pensar que la mía se desmembraba. No me importaba el qué dirán ni el murmullo de alrededor, eso me chupaba un huevo, era más una cuestión mía… El tema es que yo soy muy familiero y nosotros somos cuatro hermanos también muy unidos desde siempre.
Te saco del mal de amores… ¿Te acordás cuándo supiste que ibas a ser músico?
Nunca me lo planteé, se dio naturalmente, ni siquiera lo elegí. La música era todo, yo de chico escuchaba muchísima música, por lo que se fue dando hasta que me devoró. Con mis hermanos y con Emmanuel (Horvilleur) jugábamos a hacer programas de radio, agarrábamos un casete TDK y nos la pasábamos grabando canciones. Vos pensá que yo crecí rodeado de grossos como mi viejo, Fito, Charly, los Abuelos y me crié en salas de ensayos, que eran
“TENGO UNA HIJA Y ME PREOCUPA EL MUNDO QUE LA RODEA. PERO ELLA SABE QUE HOY LA MUJER TIENE UNA VOZ QUE HACE DIEZ AÑOS NO TENÍA”.
como mis peloteros, y los instrumentos eran mis juguetes. Y yo respiraba ese ambiente, recuerdo que estaba fascinado con esa vida diferente para un nene...
¿Se elige el tipo de música que se quiere hacer?
El tipo de música es la que te golpea la puerta. Yo nunca dije de antemano “no, rock no voy a hacer”. Por otra parte, empecé tan de chico que no me di cuenta, para mí hacer urbana, hip-hop o rap formaban parte de mi naturaleza, de mi adn.
Hay muchas etiquetas en la música…
Más que etiquetas, gente muy cerrada, que no hace determinada cosa porque, simplemente, no corresponde. Y yo no quiero caer en ésa, no quiero prejuzgar.
¿Cuál es el parte médico de IKV? Kuryaki está empezando una siesta después de tocar en el Personal Fest en noviembre, de una gira por Europa y de un show reciente en la Riviera Maya. La banda está ahí, a mano, para cuando queramos volver con Emma, que tenemos la mejor. Kuryaki fluye, tiene esa capacidad de renacer cuando sus dueños lo deseen y mientras, generosa y bondadosa, nos deja surfear por donde nos plazca. El último show fue en México y el próximo Dios sabrá. Pero no tenemos la necesidad de decir “che, rompamos la banda”. Ni en pedo. Hoy IKV es nuestro plan B y yo, en lo particular, sigo la flama, sigo el fuego, mi alma necesita ir hacia el calor…
Hablando del calor, ¿cuál es tu opinión del boom de reggaetoneros como Luis Fonsi, Maluma y J.Balvin, entre otros?
Sin duda que estamos atravesando el momento urbano del reggaeton y está perfecto, es lo que pegó en el año y si a la gente le gusta me parece que vale. Hay reggaetoneros con los que me engancho como J. Balvin o Bad Bunny, y el resto me produce siesta…
Te saco de tema: ¿tenés alguna opinión del “caso Cordera”?
Es un tema delicado, que no conozco tanto sus pormenores, por lo que prefiero evitar un comentario condenatorio o liviano, para no recibir una ola de críticas.
¿Cómo ves el masivo uso de las redes sociales, ahora descubiertas como una herramienta de denuncia?
Me parece que el Twitter en ese aspecto es muy útil para hacer público cualquier tipo de abuso, ya sea sexual, psicológico, de fuerza, o de autoridad. Estamos en un momento en la sociedad en el que la mujer está peleando por cosas que suenan ridículas. Muchas veces para una mujer
tener un buen cuerpo es un castigo. No puede ser que una mina sufra en una oficina porque es linda y todo el mundo le mira el traste… No tiene que ser así, loco.
¿Siendo padre de Vida, una preadolescente de once años, te tiene preocupado esta cosificación de la que a veces la mujer es víctima? Claro que sí, está atravesando una edad de cambios físicos, hormonales y tengo que cuidarla en un mundo muy difícil como el que nos toca. Yo hablo con ella, la educo y le explico sobre las injusticias de las que a veces las mujeres son víctimas. Y también ella sabe que hoy la mujer tiene una voz que hace diez años no tenía. Tu hijo Brando tiene 14 años, edad en la que vos arrancabas con IKV. ¿Ves en Brando que puede seguir tus pasos musicales?
Brando está metido a full con el fútbol, está en la octava de Defensores de Belgrano. Objetivamente la rompe el pibe, juega de diez creativo y se lo toma súper en serio. Es una máquina, tiene una cabeza re bien puesta el pibe, estudia, le va bien en el colegio y se va a entrenar casi todos los días solito, en bondi y subte, y hasta se lava la ropa de fútbol. Está haciendo la carrera de un deportista en serio, porque además va al gimnasio.
¿Y si Brando te pide dejar el cole? Lo banco, claro. Si es porque lo llaman de un equipo, si es por algo serio, por supuesto que tiene mi apoyo, mi consentimiento. Si es el sueño de Brando, yo voy a ser el primero en estar a su lado, como lo estuvo mi viejo conmigo.
¿Cómo les bajás línea a tus hijos para que no compren esa vida de descontrol que a veces llega desde los medios?
Estando presente, hablando, repitiendo e insistiendo, como hicieron conmigo. Yo crecí en una casa donde me llenaron la cabeza de los peligros que significaban las drogas, y gracias a esa educación nunca caí en el reviente estando en un mundillo donde es fácil caer. Pero no tuve necesidad, ni debilidad, sí fui testigo ocular de cómo se hacen mierda muchos pero yo siempre tuve el control. En este ambiente tenés dos caminos: o sos guerrero, o te quemás. Pienso en aquellas palabras de Héctor Starc sobre la marihuana que, según él, mató a tu viejo…
Ni me lo recuerdes, una boludez atómica, prefiero no decir nada, ni darle cabida al tipo ése...
¿Cómo recordás aquella inolvidable noche de Luis, tu viejo, cuando celebró sus 40 años de trayectoria con las bandas eternas, en un Vélez colmado, en diciembre de 2009?
Inolvidable, una noche increíble, fue tremendo… Una clase maestra de música que duró cinco horas. Yo no lo podía creer. Verlo allí a mi viejo, qué grande. Y después su generosidad para invitarme a cantar un tema de Manal, un honor. Fue uno de los grandes placeres de mi vida como cantante, y como hijo, pero sobre todo como espectador, porque viví casi todo el show como uno de los miles de fans que estaba allí conmovido. Fue una velada muy emotiva, en la que, por ejemplo, fue la última vez que lo vi actuar en vivo a Cerati. Después ver a Juanse, Fito, Charly… todos allí, junto a mi viejo. Por otra parte, toda mi vida quise ver a grupos como Pescado Rabioso o Almendra, que por una cuestión generacional me los perdí. (Piensa un ratito) Más allá de que sea mi viejo, Spinetta es el más grande y se mereció esa noche única, con un estadio repleto, con la multitud inmóvil durante más de cinco horas.
¿Va cicatrizando la herida de la muerte de tu viejo?
Vas acomodando el dolor, que no es lo mismo. La herida está ahí, cerrada pero recauchutada, y el dolor es constante pero muta a partir de cómo lo va manejando uno. Ese dolor devastador va cediendo y cambia por una suerte de conexión con el ser querido.
¿Conexión mística?
No quiero sonar esotérico, voy a otro plano yo, a otro sentir, a ese ángel, esa fuerza que sólo se va desarrollando con el paso del tiempo y que te va amigando con la muerte si se quiere… Porque me hice amigo de la muerte de mi viejo, por suerte. •