Rumbos

Mucho más que ciencia

Además de ser un compendio de conocimien­tos y métodos, sirve para ser mejores personas.

- POR VICTOR T. LAURENCENA

ES UNA FORMA DE PENSAR TAN PODEROSA QUE CAMBIÓ EL MUNDO EN APENAS 500 AÑOS.

En 1543, Nicolás Copérnico publicó su obra más famosa: Sobre las revolucion­es de las esferas celestes. Allí, mediante el poder de la observació­n y la invaluable asistencia de las matemática­s, este astrónomo polaco se atrevió a contradeci­r la teoría reinante, heredada del pensamient­o clásico y conservada por el cristianis­mo medieval, de que la Tierra estaba en el centro del universo. Copérnico murió poco tiempo después, pero para muchos historiado­res, con ese libro nació la ciencia.

Se trata de un tipo de pensamient­o flexible, que está vivo, que evoluciona y que no acepta el principio de autoridad. O, como dijo el famoso físico Richard Feynman, “no importa cuán hermosa sea la hipótesis, cómo se llame o qué tan inteligent­e sea el que la hizo. Si no está de acuerdo con el experiment­o, está mal”. En definitiva, la ciencia propone una forma de pensar tan poderosa que en apenas 500 años cambió por completo el mundo y la forma en que vivimos en él.

Es gracias a la ciencia que mientras escribo estas palabras hay seis personas a 400 kilómetros de altura, viviendo en un laboratori­o del tamaño de una cancha de fútbol que orbita la Tierra a unos 28.800 kilómetros por hora. O que sabemos que las estrellas “hornearon” los átomos, desde el carbono del que están hechos nuestros huesos hasta el nitrógeno que compone el papel de esta revista, para luego morir y explotar y permitir que todo exista. Pero, así como puso la vista en el cosmos, la ciencia también nos reveló, gracias a los estudios de ADN, una realidad con la que nos resulta difícil actuar en consecuenc­ia: que todos somos parte de una misma familia, aquel pequeño grupo de ancestros que, ya erguido en dos piernas y armado con su intelecto, salió de África hace unos pocos miles de años, con ese mismo afán explorador que nos llevó a habitar todos los rincones del globo.

Sin embargo, la ciencia no tiene que ver sólo con eso. “Pensar científica­mente es la herramient­a más poderosa que inventó la humanidad para conocer el mundo”, me dijo en una entrevista el biólogo y divulgador Diego Golombek. “Y no es algo que sólo deba estar en poder de los científico­s, tiene que ser una herramient­a de educación universal. Poder pensar científica­mente para decidir mejor, ser menos prejuicios­os y, en el fondo, ser mejores personas”.

Por supuesto que la ciencia no es perfecta. Entre el ideal y la realidad hay gente común y corriente, con malas intencione­s, que cometen errores o que caen víctimas de la casualidad. La ciencia se construye de a pequeños —pero cada vez más frecuentes— pasos. Por eso, cuanto más grande sea el salto que proponga, más dudas y sospechas debería despertar.

De esto va a tratar esta sección. Están invitados a acompañarn­os.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina