La inseguridad sumó su 10ª víctima del año en la provincia de Córdoba
Una mujer murió tras chocar con su moto durante un asalto callejero en la Capital. Niegan que haya perseguido a los ladrones, identificados como un hombre y una joven.
Con la muerte de una mujer, ocurrida ayer cuando chocó la moto que conducía contra un semáforo durante un asalto callejero en barrio Pueyrredón de Córdoba capital, treparon a 10 las víctimas de la inseguridad en la provincia en lo que va de 2016.
Si bien las primeras versiones daban cuenta de que la mujer habría intentado perseguir a los ladrones y de que perdió el control de la moto en la maniobra, la Justicia descartó esto sobre la base del relato de la hija de la víctima, quien iba atrás en la moto.
El impacto se produjo, según los investigadores, en el marco del forcejeo durante el asalto.
El robo fue cometido por una pareja que iba en moto. La Policía trabaja para atrapar a una joven y a un hombre que habrían participado en el violento asalto.
El drama de ayer volvió a poner en foco la ola de robos protagonizada por motochoros en Capital.
En barrio Pueyrredón, en tanto, eran muchos los vecinos que ayer se quejaron por los constantes asaltos que se registran en distintas horas del día. Reclamaron prevención.
Era media mañana cuando la mujer salió de su casa en moto para llevar a su hija Ivana a la clase de gimnasia. Faltaba poco para llegar a destino cuando los delincuentes, un hombre y una mujer, se pusieron a la par, en plena calle, en otra moto. La “motochora”, en un rápido movimiento, le manoteó a la conductora una riñonera, y su cómplice aceleró. Todo sucedió en pocos segundos.
En el tironeo, la víctima perdió el control del rodado, recorrió unos metros y se estrelló contra la columna de un semáforo.
La muerte de Silvia Graciela Calderón (44), madre de dos chicos, ocurrió ayer a la mañana en Pueyrredón, una tradicional barriada de la zona norte de la ciudad de Córdoba que viene siendo castigada desde hace tiempo por episodios de inseguridad.
Nada de persecución contra los ladrones, como trascendió al principio. Para la Justicia, fue un homicidio en ocasión de robo.
Fue la hija de la víctima, quien iba en la moto, la que precisó que no hubo persecución alguna.
Con la muerte de Silvia, ya suman 10 las víctimas de episodios de inseguridad en lo que va del corriente año en la provincia de Córdoba. La mayoría de los casos sucedieron en la Capital.
La hija de la mujer se encuentra fuera de peligro. Sufrió una profunda crisis nerviosa.
Los investigadores de la División Robos y Hurtos de la Policía provincial trabajan para identificar a los motochoros: un hombre y una mujer, ambos jóvenes, quienes serían pareja. No hay detenidos por el momento.
El drama registrado ayer volvió a poner en escena la preocupante ola de asaltos y arrebatos que se registra por el actuar de motochoros a toda hora y en distintos puntos de la Capital provincial.
Por caso, la semana pasada, dos ladrones que huían en moto terminaron en un hospital tras recibir una golpiza por parte de vecinos hastiados de la inseguridad.
Ayer, ocurrida la tragedia, fueron muchos los vecinos de Pueyrredón que salieron a denunciar la ola de robos en el sector y a reclamar por la falta de patrullaje. Incluso, señalaron que esos motochoros ya habían sido vistos en los últimos días. Asalto, choque y muerte
Todo sucedió ayer a las 11 cuando Silvia Calderón y su hija circulaban en una moto de 110 centímetros cúbicos por calle Cochabamba. Al llegar a Pringles, aparecieron los delincuentes.
La chica, de 12 años, alcanzó a narrar a los investigadores que, tras el forcejeo con los motochoros, su madre perdió el control de la moto. Silvia murió en el acto.
Diego, mozo de una cantina, comentó a La Voz que en principio pensó que la víctima había derrapado por alguna imprudencia.
“Cada vez se hace más difícil andar por la zona porque ya no hay momento del día en que se pueda caminar tranquilo porque estos tipos andan a cualquier hora dispuestos a todo sin que nadie haga algo”, reprochó Amalia, habitante de esta tradicional barriada del norte de la ciudad.
Cerca del mediodía, arribaron al lugar Gonzalo Leiva Calderón (17), hijo de la víctima, y el exesposo de la víctima. Las escenas de dolor fueron inenarrables.
Un familiar de Silvia contó que en la riñonera la mujer llevaba el celular, los documentos y un manojo de llaves de su casa.