Fiestas privadas y redes sociales, una mezcla peligrosa
Fuerte debate tras el evento en una casa de Villa Allende que terminó con un muerto. Aseguradoras explican las limitaciones de las coberturas ante este tipo de situaciones.
Un fuerte debate se desató en Córdoba tras el fallecimiento de una persona en una fiesta privada convocada por WhatsApp, a la cual asistieron unos 600 adolescentes.
En medio del descontrol y tras intentar desalojar a los asistentes, murió el dueño de casa y padrastro de la joven que festejaba sus 13 años.
Un hijo de la persona que falleció, probablemente debido a una descompensación cardíaca, contó que se celebraba el cumpleaños de su hermana menor y el evento se desbordó. “Empezó a entrar cada ve más gente, algunos saltaron los alambrados”, relató.
Marta, la esposa del fallecido, informó que fueron unas 600 personas, aunque habían sido invitadas 100. Muchos de los chicos comenzaron a convocar jóvenes por las redes sociales, lo que provocó el desborde.
Las compañías aseguradoras hablaron de las limitaciones de las coberturas en estos casos.
La realización de fiestas privadas en sitios no habilitados para eventos de concurrencia masiva se transformó ayer en uno de los temas del día en Córdoba. La muerte de un hombre de 52 años, en Villa Allende, destapó una problemática que en varias ciudades lleva años y que reactiva interrogantes sobre los riesgos legales y económicos, muchas veces desconocidos, para los dueños de casa.
Además, pone en evidencia el rol de las redes sociales para amplificar las convocatorias y, a la vez, complicar el control sobre la organización.
En la madrugada del domingo pasado, una ambulancia llegó a una vivienda de Villa Allende, donde se realizaba una fiesta. Los médicos no pudieron rescatar de un infarto mortal al dueño de casa, que acababa de padecer una situación de tensión. El hombre había llegado, alertado por vecinos, por una fiesta que desbordaba su hogar, con unos 600 adolescentes de entre 13 y 16 años presentes. El hombre intentó acabar con el evento, ante la resistencia de muchos chicos presentes. Algunos testigos refirieron que había alcoholizados.
Para el director de Seguridad Ciudadana de Villa Allende, Daniel Aguirre, se trató de una “fiesta clandestina, no autorizada”.