Animales callejeros
Las organizaciones proteccionistas en conjunto con los miles de proteccionistas independientes lamentamos los hechos de violencia que refiere la nota de La Voz publicada este martes. También nos solidarizamos con los padres del niño que fue herido en Campo de la Ribera.
Hace mucho que venimos planteando el problema que ocasiona la superpoblación canina, los sufrimientos que padecen los animales en situación de calle y su reacción ante las agresiones humanas y el miedo que ellos tienen, sumado a su instinto territorial. Lo hicimos ante la Municipalidad de Córdoba, el Colegio Veterinario y también ante el Programa Nacional Protenencia, cuyo referente es Diego Graiff.
Nunca, hasta ahora, tuvimos respuesta, y ninguno de los diseñadores de políticas de salud ambiental demostró interés en este delicado y multicausal tema.
Nadie revisó las múltiples causas que originan el problema y que incluyen: falta de educación sobre tenencia responsable de una mascota, dueños que abandonan sus perros o sus crías en lugares públicos, dueños que se niegan a la esterilización de sus animales, dueños que maltratan a sus mascotas convirtiéndolas en agresivas, políticos que miran para otros lados y hacen que los tres niveles del Estado (municipal, provincial y nacional) estén ausentes del problema.
¿Y qué pasa, quién carga con la culpa? El animal que es tirado a la calle, donde en algunos casos los niños deciden jugar a arrojarlos desde un cuarto piso o ponerles un petardo en la boca o un adulto lo emborracha y lo ata a su vehículo haciendo que corra hasta su muerte o algunos deciden rociarlos con nafta y prenderles fuego.
¿Qué tratamos de hacer nosotros? Con nuestro dinero, rescatar, castrar, sacarlos de la calle, tratar de conseguir adoptantes, alimentarlos. Pero no damos a abasto. Se necesita un hospital veterinario, un lugar para el resguardo de los callejeros y su atención y comida. También hace falta un programa sistemático de esterilización gratuita, que es el método más efectivo.
Pero no hay insumos, dice el intendente Ramón Mestre. Es tarea de la Municipalidad dice la Provincia y el Programa Nacional, ausente.
Desde la Municipalidad, durante la gestión del actual intendente, se prometieron 200 castraciones diarias y un móvil quirúrgico. Sólo se cumplió la tercera parte, y el móvil funcionó apenas por dos meses.
Los proteccionistas podemos no estar de acuerdo en todo, pero sí estamos de acuerdo todos en que hace falta un programa sustentable de castraciones y rechazamos enfáticamente el accionar de la Municipalidad cuando ocurren hechos como los publicados, que es salir a levantar a los perros callejeros y sabemos muy bien cuál es su destino: la “solución final”.
Lo que no se plantea es la “solución verdadera”, que no se trata de sacrificar a los animales.