La Voz del Interior

Infancia cercada por los tiros

Un chico de 8 años fue herido de un balazo cuando jugaba con otros niños en un terreno de Los Fresnos, un barrio ubicado en la periferia sudeste de la ciudad de Córdoba. Se cree que, en medio de un partido, dos de los pequeños comenzaron a pelear, lo que

- Tomás Vázquez tvazquez@lavozdelin­terior.com.ar

Ignacio tiene 8 años. El lunes último, al atardecer, jugaba con unos amiguitos en un terreno que es una suerte de plaza, en barrio Los Fresnos, cuando fue alcanzado por un balazo que lo atravesó. Hoy, el pequeño permanece internado en el Hospital de Niños, mientras los investigad­ores tienen una sospecha que no deja de asombrar.

Los Fresnos es un barrio de clase media-baja ubicada en la periferia sudeste de la ciudad de Córdoba. Otro lugar de las afueras de la capital cordobesa donde abundan los terrenos repletos de yuyos que superan con holgura el metro de altura, pero que no impiden que allí los chicos se la rebusquen para jugar.

El lunes al atardecer, en uno de esos baldíos, Ignacio recibió un balazo que le ingresó por la espalda y le salió por el abdomen mientras corría detrás de una pelota de fútbol con sus amigos.

Tanto la familia del chico baleado como los investigad­ores que responden a las directivas del fiscal de feria Pedro Caballero sostienen la misma hipótesis: que en medio de aquel partido informal, Ignacio y otro chico se pelearon, momento en que el padre del segundo le disparó con un rifle o una carabina.

“Un vecino le apuntó a mi nene desde una ventana con una carabina. Lo vieron todos. No sé qué se le pasó por la cabeza”, contó la madre del pequeño, Claudia.

Mientras aguardaba un nuevo parte médico en la sala de espera del Hospital de Niños, la mujer agregó que, en medio de aquel juego, su hijo y otro niño comenzaron a discutir, lo que motivó que el hombre irrumpiera con un disparo.

Ignacio regresó por su cuenta a su casa, ubicada a unos 200 metros de allí, con un hilo de sangre en la remera.

Recién, entonces, sus padres constataro­n la grave herida que acababa de sufrir.

Fue llevado a un dispensari­o zonal y luego derivado al Hospital de Niños. El vicedirect­or de esa institució­n, Adrián Fonseca, explicó que Ignacio “entró con una herida de arma de fuego, probableme­nte de un rifle”. Y agregó: “Hay orificio de entrada y de salida, y por suerte no se involucrar­on órganos vitales”.

O sea, el balazo lo atravesó.

Pese al alivio de que el pequeño no sufrió daños graves, su familia no deja de mostrarse incrédula con respecto a lo ocurrido: la madre dijo que no entendía como alguien podía dispararle a un niño de esa manera. “Mi nene tiene miedo, ahora dice que no quiere salir a jugar más con los amigos”, indicó.

Pese a que ignora aún cuándo le darán el alta, tampoco sabe cómo va a ser el regreso al hogar.

Según los médicos, si continúa evoluciona­ndo como hasta hoy, mañana Ignacio puede recibir el alta médica.

“El paciente está internado en revisión. Se encuentra bien, comiendo en una habitación de piso común, aunque con tratamient­o antibiótic­o por riesgo de infección”, explicó el vicedirect­or.

Claudia ya realizó la denuncia correspond­iente en la Unidad Judicial 10, de barrio Empalme, y espera que la Justicia se encargue de encontrar al responsabl­e del disparo, aún prófugo.

Búsqueda

“Se está trabajando sobre la hipótesis de una pelea entre niños que desencaden­ó, en el padre de uno de ellos, la idea de disparar para defenderlo ”, confirmó el fiscal Pedro Caballero.

El funcionari­o judicial añadió que el proyectil no fue un balín –como se especulaba en un primer momento–, sino una bala de mayor calibre. Y que el atacante, si bien no fue detenido, ya estaría identifica­do.

En la manzana 33, frente al descampado donde ocurrió el ataque, ayer pocos querían hablar sobre lo ocurrido.

Tanto una quiosquera como los albañiles que trabajan en una construcci­ón que se encuentra pegada a la improvisad­a cancha de fútbol dijeron, casi como algo natural, que sólo sabían que le habían “disparado a un pibito con una carabina”.

Sin agregar mayores detalles, dejaron la sensación de que para ellos lo ocurrido formaba parte de la cotidianei­dad.

Una rutina violenta de todos los días que parece que ya no genera asombro en Los Fresnos y alrededore­s, pese a que Ignacio hoy está vivo sólo por unos milímetros.

Hubo una pelea entre dos niños, lo que desencaden­ó que el padre de uno de ellos le disparara al otro. Fiscal Pedro Caballero

 ?? (PEDRO CASTILLO) ?? Baldío. El terreno de yuyos altos y arcos de piedras que los chicos utilizan como un potrero improvisad­o, en Los Fresnos. Allí, Ignacio fue baleado el lunes por la tarde.
(PEDRO CASTILLO) Baldío. El terreno de yuyos altos y arcos de piedras que los chicos utilizan como un potrero improvisad­o, en Los Fresnos. Allí, Ignacio fue baleado el lunes por la tarde.
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