El único verde posible para miles de cordobeses
CUANDO MáS PODRíAN DISFRUTARSE, LAS PLAZAS ESTáN LLENAS DE YUYOS. OTRO PROBLEMA URBANO QUE NO ENCUENTRA SOLUCIóN.
Según las estimaciones municipales, la ciudad de Córdoba tiene más de 1.300 espacios verdes. Nadie se anima a decir cuántos están en condiciones de ser disfrutados por los vecinos: yuyos, basura, juegos rotos, inseguridad, oscuridad y riesgo eléctrico suelen marcar el panorama dominante en un alto número de esos espacios.
De más está decir que esas plazas, parques, plazoletas, costas del río y canales, o meros descampados de dominio municipal constituyen el único verde posible para miles de cordobeses. Y que el momento en que más podrían disfrutarlos es el verano.
Para los que viven cerca de los parques principales o de las plazas céntricas, existe la posibilidad de pasarla bien en un espacio verde. Para el resto, mala suerte: el municipio admite que se trata del momento crítico de los espacios verdes barriales, porque –como todos los veranos– llueve y hace calor. Se trata de una explicación que los funcionarios reiteran desde hace años.
No mencionan la necesidad de reducir la frecuencia del desmalezado –o al menos hacer cumplir a las empresas con un corte cada 15 días–, la insuficiencia de la recolección de residuos que provoca que se desborden los cestos, el abandono de los juegos o el deterioro de las luminarias, por el cual la Justicia ordenó al municipio la inmediata reparación de las instalaciones de las plazas.
A ese modo en que la ciudad descuida los espacios públicos dedicamos el Primer Plano de nuestra edición de hoy, con la esperanza de que, en el mes y medio que quedan de vacaciones, muchos chicos puedan disfrutar de la plaza de su barrio.
El descuido, por supuesto, no es sólo oficial. El abandono se conjuga siempre con el vandalismo, la desidia de quienes arrojan residuos fuera de los cestos y la ausencia de vecinos que les den vida a esos espacios verdes que muchas veces terminan entregados a la inseguridad.
El fenómeno es complejo. Los yuyos y la basura lo agravan.