El cooperativismo de Zygmunt Bauman
Con su singular filosofía crítica y emancipadora, Zygmunt Bauman sacudió la modernidad líquida, en la cual todo es efímero, mutable e impredecible. Sostuvo que los fenómenos y las interacciones humanas no deben entenderse como determinaciones evolutivas o derivaciones conjeturales de debates racionales anteriores o posteriores a la globalización.
Propuso explorar e imitar nuevas formas cooperativas de convivencia social con crecientes índices de alteridad, reciprocidad y solidaridad, para enfrentar el espanto de la desigualdad y de la discriminación.
Analizó las relaciones entre la sociedad sólida (libertad, seguridad, contenidos y valores), la burocracia, la racionalidad imperante y la exclusión humana, las que en su estado líquido determinan que las relaciones sociales de compromiso o de obediencia encuentran en sus protagonistas menos sustancia, menos resistencia ética y escrúpulos morales.
En su Metáfora del jardinero, Bauman puso de relieve el valor presocial de la cooperación inherente a cada ser humano. En ella propone “culturas silvestres preexistentes”, donde todos los recursos están al servicio de todas las personas. Esa concepción no sólo permite distinguir cuál es la mala hierba, cuál es el mal gobierno y cómo librarse de ellos, sino también ejercer ciudadanía para usar, disfrutar y valorar el bienestar general.
La desintegración de las colectividades que son reemplazadas por individualidades homologables, los cambios vertiginosos que ha provocado la mundialización, la posición ultradominante de los mercados o los estados, las identidades globales y volubles no sólo inquietaron a Bauman, sino que lo llevaron a alertarnos sobre la oscilante tendencia actual que somete a las mayorías a un “¡consumismo presuntuoso, ciego, vacuo y sin intermitencias!”, por el que es posible sentirse el más rico entre los pobres o el más pobre entre los ricos.
No obstante, si esta fantasmagórica caracterización nos hace cada vez más interdependientes con el otro, es ahí donde encontraremos la esperanza de crear condiciones cooperativas de crecimiento a partir de un bien común posible. Esto exige una cultura del trabajo y del esfuerzo tanto como nuevos modos de producción, industrialización, comercialización y consumos compatibles con la naturaleza. * Experto en cooperativismo