En Córdoba se define el Dakar
Hoy la competencia ingresa en territorio cordobés para la penúltima etapa. Todos tienen por qué correr.
El cordobés Sebastián Urquía sufrió ayer una vez más en carne propia la rudeza del Dakar. El piloto número 122 no logró completar la etapa sanjuanina y se convirtió en el 78° abandono de la 39° edición del mítico raid.
Antes, en la noche del miércoles, en una charla mano a mano con este enviado, había hecho una perfecta definición de esta aventura. De lo que significa a nivel personal y de lo que, podríamos inferir, significará para todos los cordobeses que una vez más asistan a la ruta para sentir el paso de la 11° etapa, que se corre hoy. “Lo seguía de chico, ya de cuando se corría por África. Para mí era algo increíble. Siempre supuse que estos tipos son extraterrestres”, sentenció. Y no sólo se refería a aquellos que kilómetro a
kilómetros intentan ganarle al reloj propio o del adversario, sino también a los otros, a esos que corren por y para sí, para sentirse completos una vez terminen todo el recorrido, y que muchas veces se encuentran con obstáculos que van más allá del deporte.
Tras el recorte de la etapa 9 y la cancelación de la 10, ayer los vehículos fueron a fondo. Lo hicieron en un tramo de velocidad de 449 kilómetros, más 302 de enlace, entregando nuevas emociones y abriendo el juego a una definición cuyo epicentro será Córdoba.
Stephane Peterhansel quedó “ahí”. Ha retomado el liderazgo al entrar en el último tramo de competencia. Tiene 12 trofeos en sus vidrieras (seis en moto, seis en coches), y hoy podría asegurarse un 13°. A pesar de que tuvo una jornada de sinsabores, aparece a tiro de la victoria.
El francés chocó a un motociclista mientras ambos estaban perdidos en la especial, y optó por quedarse con él hasta que llegara el servicio médico. La víctima, el esloveno Simon Marcic, quien padeció fracturas de tibia y peroné. En congruencia con lo que marca el manual no escrito de las buenas conductas, Peterhansel se quedó y, posteriormente, la organización le devolvió ese tiempo perdido. Con ello, tiene una ventaja de 5m50s sobre su escolta en la General. ¿Todo definido? Para nada. Entre los muchos factores que pueden quebrar el rumbo de una carrera, obviamente, están el piloto y su navegante. Y aquí, en Córdoba, en alguno de los caminos que ya supieron transitar en el rally, aparecen las figuras de Sébastien Loeb y Daniel Elena.
El Peugeot 309 de “Seb” tiene 288 kilómetros para intentar arrebatarle la punta a “Monsieur Dakar”. Loeb lo dijo al llegar al Zonda sanjuanino, donde ayer se instaló el vivac: “No se puede ir más rápido de lo que fui en la segunda parte (ayer). Lo estoy dando todo, pero tengo la sensación de que no será suficiente”. Lo dijo, es cierto, pero también sabemos que estamos ante alguien que no sabe de límites. Esto último no lo dijo, lo demostró.
Desde el abandono de Toby Price supimos que este Dakar coronaria a un nuevo campeón en motos. Sin el australiano y sin las leyendas de antaño (Marc Coma y Cyril Despres), la incógnita pasaba por saber quién podría tomar el testimonio. A fuerza de regularidad Sam Sunderland está muy cerca. Y sería una doble victoria, campeonato en la primera vez que completa todo el recorrido de un Dakar. Pablo Quintanilla, su principal adversario, sufrió el calor, se cayó y no tuvo más remedio que abandonar. El británico lleva 30m01s de ventaja sobre Matthias Walkner. El cordobés Pablo Pascual está 39° en la clasificación absoluta de este rally raid.
Entre los cuatriciclos, un panorama similar. Es decir, de no mediar inconvenientes, Sergey Karyakin se hará acreedor del título. Tiene una ventaja de 21m05s por sobre Ignacio Casale, pero, “fastidioso” por el calor, el chileno dijo que no hará locuras y que sólo se conformará con defender el segundo puesto. Daniel Mazzucco, quien venía cuarto, también dijo adiós en la víspera.
Para el final, habrá una doble justificación para quedarse y ver el paso de los camiones. Primero, para rendir tributo al “Coyote” Federico Villagra, cuarto de la clasificación, lejos del tercero y del quinto. Pero, por otro lado, para verlos ir a fondo, porque el primero, el segundo y el tercero (Dmitry Sotnikov, Eduard Nikolaev y Gerard De Rooy, respectivamente) están encerrados en 2m20s. Nada.
Hoy es el día. Hoy veremos a muchos pilotos entregarlo todo por ganar una posición, por descontar segundos o, “simplemente”, por llegar a destino. Hoy veremos cuatriciclos, utvs, motos, autos y camiones, todos, conducidos por extraterrestres.