Caputo tomó U$S 7.000 millones y Dujovne promete bajar el déficit

BUENOS AIRES. El Ministerio de Finanzas colocó en el mercado internacional títulos de deuda por 7.000 millones de dólares a una tasa promedio del 6,3 por ciento, por debajo del 7,2 por ciento que había logrado en 2016.

“Estamos muy contentos con el resultado de la emisión, ya que logramos bajar significativamente nuestro costo de financiamiento, aún enfrentando un escenario de tasas mucho más adverso que el año pasado, y confirma la confianza de los inversores en la capacidad de este Gobierno de controlar la inflación e incentivar el crecimiento económico”, afirmó el ministro de Finanzas, Luis Caputo.

En tanto, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, aseguró que “no hay que esperar cambios en 2017 en lo que estamos haciendo respecto de 2016”, advirtió que el Gobierno “no fija sus políticas al ritmo del calendario electoral” y subrayó que “el compromiso de bajar el déficit fiscal es irrenunciable”.

Dujovne también negó que impulse una reducción del empleo público y que se vaya a aplicar una flexibilización laboral.

El ministro dio una entrevista a la cadena CNN en la ciudad suiza de Davos, donde asiste al Foro Económico Mundial. “Se está trabajando en acuerdos, como el que se logró en (el yacimiento neuquino de) Vaca Muerta con las empresas y los trabajadores, en donde todos ganan, incluso el Gobierno. Eso no es una flexibilización laboral, sino un acuerdo entre sectores, y esa va a ser la estrategia del Gobierno” en materia laboral, dijo.

En el plano fiscal, sostuvo: “Nuestra estrategia (para los próximos meses) tiene que combinar elementos de reducción del déficit, de baja de impuestos y también de mejora de la participación del gasto en infraestructura dentro del gasto total”.

Cuestionan impuestos

Al respecto, ayer se conoció una encuesta de la consultora KPMG realizada sobre 80 ejecutivos de empresas, de la que surge que “la elevada presión tributaria todavía condiciona a las inversiones que necesita el país”.

Sobre las perspectivas impositivas para 2017, el relevamiento determinó que algo más de la mitad (52 por ciento) cree que habrá “igual presión fiscal que en 2016”, mientras que 47 por ciento considera “que será mayor”.

Mayoritariamente, las empresas señalaron que el “Impuesto a los Ingresos Brutos es el gravamen que más afecta la conformación de los precios, por su incidencia creciente en los costos y, en segundo lugar, se encuentra el Impuesto a las Ganancias”.

Para los consultados, ambos impuestos impactan en los precios. El primero, porque “produce una fuerte distorsión que afecta a todas las etapas productivas, ya que cada fase de producción acumula el impuesto pagado en la instancia anterior”. El segundo, porque “tiene un carácter distorsivo, al no aceptarse el ajuste por inflación”.

Según KPMG, los ciudadanos no identifican el “efecto cascada” de Ingresos Brutos, pese a lo que encarece el acceso a bienes y servicios.