Los secretos del cambio de “Pipe”
Durante la pretemporada, Victorio Ramis jugó de “9” y convirtió varios goles. Está diferente. Él contó que sacó “más lomo” y en gran parte fue por su trabajo con la alimentación.
Como cuando hizo el gol del ascenso a la B Nacional frente a Sol de América, en Formosa, o como cuando le marcó a Vélez en su debut en el presente Torneo de Primera División. Victorio Ramis, el delantero de los goles importantes de Talleres, está pasando un momento tan irrepetible como aquellos. En cuatro de los cinco amistosos que lleva disputados el equipo en esta prolongada pretemporada, “Pipe” fue titular y metió tres. Y jugando de “9”, el puesto que le es natural y que mejor le sienta, aunque también haya cumplido como extremo.
Nadie le puede quitar la ilusión de que en el reinicio del campeonato, en un par de semanas, contra Independiente, pueda ser el referente de área que Talleres tanto necesita, pero tampoco se la cree. Y no le preocupa demasiado si llegan dos delanteros más al plantel. “‘Gonza’ (Klusener), Eial (Strahman) y Carlos (Muñoz Rojas) son tres pedazos de delanteros. Cualquiera podría estar ocupando mi lugar. Con los delanteros que tenemos yo voy a cualquier lado”, dijo “Pipe” en una linda charla que tuvo con Mundo D. –¿Te sentís feliz por haber vuelto a jugar de “9”?
–Sí, estoy muy contento por eso y por responder como lo estoy haciendo. Si puedo hacerlo, es por la confianza que me dan el cuerpo técnico y mis compañeros. Hoy me siento capaz de jugar de extremo o como “9”. Y trato de aprovechar estos amistosos para demostrarle a Kudelka que puedo estar dentro de los 11. Los amistosos me sirvieron para convertir goles y los delanteros vivimos de eso. –¿Jugar de extremo te hizo madurar como delantero? –Sí, sin dudas. Aprendí mucho ocupando esa posición. Ahora tengo más velocidad, que era un aspecto que debía mejorar. En inferiores siempre me movía dentro del área. Ser extremo da otra visión de la cancha. Además ahora tengo mejor estado físico, algo que también me faltaba en las inferiores. Estoy adaptado a dos puestos que le permiten al DT más variantes. Además, y si bien no soy un “9” grandote, eché más lomo durante la pretemporada (se ríe). Me ayudó mucho también el cambio de alimentación y el cuidado en ese aspecto. La velocidad me permite sacarles ventajas a los centrales de Primera, que por lo general son grandotes y más lentos. –¿Y desde cuándo llegó ese cambio?
–Desde que llegaron las nutricionistas al club, la mayoría de los jugadores han cambiado sus hábitos alimenticios y eso también hace a la profesionalidad de un jugador. Obviamente que uno también se da con algunos gustos en la comida, pero aprendimos en qué momentos se puede comer y tomar lo que se debe. También Ivo
(Chaves) me aconsejó bien respecto de la importancia para el jugador de una buena alimentación.
–Hablando de Ivo. Es otro de los jugadores más importantes del plantel que logró los dos ascensos y quien, pese a estar hoy postergado, se la aguanta con un gran profesionalismo.
–A Ivo lo conozco desde que empezamos en ese Argentino A en el que no pudimos ascender. Nos hicimos amigos, sabe aconsejarme y compartimos muchas cosas. Me ayuda mucho, me quiere como un hermano. Él es un gran profesional. Es uno de los que más corre y se ve en el físico que tiene.
–¿Y sólo Ivo te marca fuerte en eso? Me imagino que tu familia y tu novia también.
–Sí, toda mi familia se preocupa por mí. Mis viejos Eduardo y Clara, mis hermanos Andrés y Romina y mi novia Lucía. Ellos están pensando en mi futuro y están al lado mío siempre, aconsejándome lo mejor. Y la verdad, yo no tengo nada de qué arrepentirme. Todo me ha costado mucho sacrificio.
–Parece que por fin llegó la chance de que los jugadores del club sean más considerados.
–Estoy muy contento por los chicos. Por Nahuel Bustos, que debutó contra Rosario Central. Con “Bebelo” (Reynoso), que la está rompiendo y puede dar mucho más aún. ¿Viste el pase que me dio para hacerle el gol a San Lorenzo? Hace un par de años, con él estábamos jugando en la local y hoy estamos enfrentando a equipos de Primera División. Siempre hablamos de eso en las concentraciones y lo valoramos. Pasó todo muy rápido. En las inferiores la remábamos hasta para poder ir a entrenar. Y ahora estamos en un club que nos da todas las comodidades y no nos podemos quejar. Y también están Fernando Bersano, Fernando Juárez y otros chicos que vienen de abajo. –Ascendiste a la B Nacional y a Primera con Rodrigo Burgos al lado. Seguramente te habrá dolido su partida.
–Sí, me dolió bastante. Lo voy a extrañar mucho. Siempre se sentaba al lado mío en el vestuario y charlábamos mucho. Ahora siento que me falta alguien al lado. Me hacía bromas, me ataba la remeras para que no me las pudiera poner. Le ponía alegría al vestuario y siempre hacía algo para cambiar la rutina. Estoy seguro de que le irá muy bien en Olimpia y que volverá a Talleres. –¿Te sentís en condiciones de ser titular en este equipo?
–Sinceramente, creo que por los partidos que he jugado, la manera que respondí y los goles que hice, estoy para tener esa chance. Sé que el “profe” (por Kudelka) está probando variantes, pero si él me da la oportunidad, voy a tratar de aprovecharla, como lo hice siempre. Y sé que todavía pueden llegar dos delanteros más. O quizá al final no venga nadie. Pero a mí eso no me molesta, mientras vengan para sumar para el grupo y aportarle soluciones, está bien. Siempre trato de observar y aprender de los buenos jugadores.
–Seguís siendo el delantero de los goles importantes en Talleres.
–Parece que sí. Nunca me olvidaré del gol del ascenso en Formosa y también el que le hice a Vélez en mi debut en Primera División. Y ahora el que le metí a Rosario Central, porque se venía hablando mucho de que iba a jugar de “9” ese partido y quería demostrar que podía. Por eso mi grito de gol fue como un desahogo. Tenía mucha presión. Ese gol me dio mucha confianza para seguir en buen nivel en los otros amistosos y marcar un par más. –¿Y “el Cholo” Guiñazú que te dice?
–Me aconseja mucho. Es un gran capitán, un gran consejero, igual que “Gonza” (por Klusener). Siempre andamos juntos. Es un chico más, nos divertimos bastante. Con él, “Gonza”, Juárez y Bebelo compartimos mucho. Siempre tiene un consejo oportuno y es increíble cómo te ordena y te alienta en la cancha. Esos son los jugadores de los que los más chicos, como Fernando Juárez, que juega en su puesto, deben aprender. “El Cholo” no pierde una sola pelota en los partidos. Tiene una jerarquía única.
–¿Estás conforme con el rendimiento del equipo en los amistosos?
–Siempre hay cosas para mejorar, pero lo venimos haciendo muy bien. Y lo hicimos contra rivales muy duros, como Colón o San Lorenzo. Hemos trabajado mucho en la terminación de las jugadas y en la definición. En los amistosos volvieron los goles que nos faltaron en las últimas fechas del torneo. Estoy muy ansioso por volver a jugar por lo puntos.
–¿En algún momento tuviste alguna oferta para irte del club?
–Que me haya enterado, no, pero yo siempre quise quedarme a pelearla en Talleres, el club en el que me formé y del que soy hincha. Quería ascender a la B Nacional y a Primera en el club, y se me cumplieron esos sueños. Ahora quiero cumplir el de mantenerme con el club en Primera. Soy un eterno agradecido al club.