La Justicia de Córdoba le bajó el pulgar a Milani
Su defensa apeló a ese argumento y a que “vive desde hace 20 años en el mismo lugar”, para pedir la excarcelación del militar K. Igual, la Cámara Federal de Córdoba rechazó esa solicitud y confirmó la detención del exjefe del Ejército, acusado de violar
Cámara Federal de Córdoba decidió ayer no hacer lugar al pedido de excarcelación del exjefe del Ejército César Milani, detenido en La Rioja desde el viernes pasado, acusado de delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura militar.
El tribunal, presidido por Abel Guillermo Sánchez Torres e integrado por Liliana Navarro y Eduardo Ávalos, rechazó los planteos de nulidad de la indagatoria de Milani presentada por la defensa, y ratificó las actuaciones del juez federal de La Rioja (tribunal que depende de Córdoba), Daniel Herrera Piedrabuena.
Mariana Barbitta, abogada de Milani, confirmó a este diario el rechazo por parte de la Cámara de Apelaciones, y aclaró que ayer sólo se dictó la parte resolutiva, y que los motivos se conocerán recién en cinco días, tras los cuales presentarán un recurso de casación, con el objetivo de anular la sentencia judicial.
Entre los argumentos que esgrimió Barbitta para descartar que en el caso de su defendido haya riesgo de fuga o entorpecimiento de la investigación, como advirtió la fiscal federal Virginia Miguel Carmona, hubo uno que llamó particularmente la atención: la mención a la actividad política que desarrolló y desarrolla Milani en filas del Frente para la Victoria (kirchnerismo).
Barbitta opinó que los dichos de la fiscal “no están fundamentados” y alegó: “La actividad, entre otras cosas política, familiar (de Milani), el hecho de que viva desde hace 20 años en el mismo lugar, entre otros elementos, prueban que no son correctas las presunciones de la fiscal”.
La situación de Milani abrió grietas entre los K dividiendo aguas entre quienes lo reivindican, como Hebe de Bonafini y Guillermo Moreno (este último es socio de Milani en una panchería), y aquellos que intentaron despegarse.
Entre estos últimos se puede anotar al excanciller Jorge Taia- na, quien reivindicó “la necesidad de mantener vigente la política de verdad, memoria y justicia”, o el diputado Juan Cabandié, quien dijo haberse “alegrado” con la detención del militar, aunque insólitamente aseguró que eso ocurrió “gracias a la política de derechos humanos de Néstor y Cristina Kirchner”, aunque la expresidenta lo nombró jefe del Ejército y de la inteligencia militar.
En septiembre, Milani se había afiliado al Partido Justicialista para comenzar en la política. TieLa ne domicilio en San Isidro y no descartaba una candidatura en las legislativas de este año. Algunos especularon con que pretendía obtener fueros para capear el frente judicial que se le venía.
La abogada del militar reclama la libertad de su defendido con el argumento de que, al momento del secuestro de Verónica Matta, militante detenida el 16 de julio de 1976, Milani se encontraba en Tucumán. “Es imposible que estuviera en dos lugares a la vez”, comenta.
La letrada insiste también en que, el 12 de marzo de 1977, Pedro Olivera fue secuestrado mientas el militar se encontraba sancionado como oficial de servicios. “Es imposible que estuviera en el lugar de los hechos”, asegura.
Por último, “con respecto al caso del hijo de Olivera (Ramón), existe una confusión: Milani tenía 21 años en ese momento, y siempre aparentó menos, mientras que padre e hijo reconocen a alguien de 30” como secuestrador, dice Barbitta.