América, tierra de persecución y excesos
RÍO DE JANEIRO. América latina sigue siendo en ojos de la organización Amnistía Internacional (AI) una de las regiones más violentas del mundo y donde más se atropellan los derechos humanos.
Además de la invariable persecución de opositores políticos por parte del Estado en países como Cuba, el último informe de AI pone énfasis en los abusos de las fuerzas policiales que quedan impunes en todo el continente, así como en los altos índices de violencia en algunas zonas de Centroamérica.
En Honduras, dice el informe, el “clima general de violencia” forzó a miles de personas a salir del país y tiene como víctimas constantes a muchos desplazados internos. Junto con El Salvador y Guatemala, Honduras es considerado como uno de los lugares más peligrosos del mundo.
En Brasil, sigue en el foco de los defensores de Derechos Humanos por los abusos cometidos por las fuerzas de seguridad en todos los gobiernos. En la mayoría de los casos, predomina un perfil para las víctimas, denuncia AI: hombres de raza negra de los barrios más pobres del país: las favelas.
AI denuncia en México que la violencia sigue siendo un problema mayor 10 años después del comienzo de la llamada “guerra contra las drogas y el crimen organizado”. A los continuos reportes de torturas, ejecuciones extrajudiciales y detenciones arbitrarias por parte de las fuerzas de seguridad se suman los asesinatos de defensores de los derechos humanos y de periodistas.
En Venezuela, opositores políticos y críticos del Gobierno siguen afrontando la amenaza de ir a parar a la cárcel, subraya Amnistía. Eso implica también campañas de descrédito para militantes por los derechos humanos y trabajadores de prensa.
Entre otras cosas, la organización humanitaria destaca también la superpoblación en las cárceles y los problemas de violencia en el país sudamericano, sacudido desde hace tiempo por una grave crisis económica y de abastecimiento.