Bob Gruen.
Sus fotos en Cosquín Rock.
Entre su inabarcable oferta, Cosquín Rock 2017 destaca a Rock Seen, una exhaustiva muestra del fotógrafo neoyorquino Bob Gruen, cuyo lente atestiguó de primera mano varias revoluciones de la cultura rock. Entre ellas, la electrificación del folk por parte de Bob Dylan en Newport, los desembarcos de gigantes británicos en su ciudad para preparar la conquista de Estados Unidos (Zeppelin, Stones), el despertar del punk de alcantarilla del CBGB, el atolón rabioso del punk inglés de 1977 y, por supuesto, el autoexilio de John Lennon en Manhattan, centro de una creación afiebrada y geografía de su asesinato.
Rock Seen se montará en un hangar del aeródromo de Punilla dispuesto para 220 CC, y se extenderá en la galería central que ese centro cultural tiene en Córdoba (avenida Costanera esquina Mendoza) durante los meses subsiguientes. Más precisamente, del 9 de marzo al 30 de abril.
“Después de la secundaria en los años ’60, mi idea era abandonar todo y vivir con una banda de rock & roll. Esa decisión fue la que me introdujo a este mundo. Me vida se desarrolló en los términos de dedicarme a una sola cosa a la vez, pero una cosa fue llevando a la otra y así es hasta el día de hoy”, dice Gruen para explicar cómo fue que se convirtió en testigo perfecto de acontecimientos históricos del rock. Y cómo fue que usó su cámara para documentarlo.
Rock Seen ofrece más de 80 fotografías, y la organización de Cosquín Rock la promociona como una “exhibición que nos permite ser intrusos en el mundo de los grandes íconos de la música que revolucionó el siglo 20. De Muddy Waters a The Rolling Stones, de Elvis a Madonna, de Bob Dylan a Bob Marley, de John Lennon a Johnny Rotten”.
Pero en relación con las versio-
nes de la muestra que ya recorrieron el mundo, la de Cosquín Rock propondrá un apartado en honor a los músicos que fallecieron en 2016 (Bob Dylan, Prince, David Bowie), además de una sección dedicada al punk rock, con fotos de los New York Dolls, los Sex Pistols y The Clash. “No le busco explicación y sentido al movimiento punk. Básicamente porque fue una continuación de lo que estaba pasando en el mundo. Sí me siento afortunado de haber sido parte de la escena entonces. Era un momento emocionante en el que muchas personas estaban probando nuevas formas de expresión y consiguiendo con ellas un montón de diversión”, añadió el artista.
Rock Seen se completa con la proyección del largometraje documental Rock n’ Roll Exposed: The Photography of Bob Gruen (2011), dirigido por de Don Letts.
Gruen no sólo dispuso su lente y disparó para captar la atmósfera y la efervescencia creativa. También fue amigo, confidente, fuente de consulta. Un par. Lennon pudo dar fe. “La primera vez que vi a John fue cuando actuó en un acto benéfico en el teatro Apolo del Harlem. Fue muy emocionante verlo. Esa noche le tomé mis primeras fotos y, días después, cuando me preguntó qué pasó con ellas, me ofrecí a mostrárselas. No me sentí intimidado por él en absoluto. Al contrario, fue muy amable”, rememora sobre el ya por entonces exlíder de Los Beatles, quien era absolutamente consciente de la resonancia de su figura.
“John no podía ignorar su condición de millonario y siempre se supo que era un Beatle. Pero llevaba su vida con un bajo perfil. Él tenía un ayudante, pero no muchos siervos, y le gustaba pasear en mi humilde Volkswagen en lugar de una gran limusina. Por otro lado, a principios de los años ’70, se vio involucrado en un pleito con su exmánager Allen Klein, por lo que su dinero estaba en poder de los abogados hasta que esto se resolvió a principios de 1977... John tenía muy poco de su dinero hasta entonces, esa es la realidad. Sin embargo, vivía muy bien”, describe Gruen.
Sobre por qué Estados Unidos consideró Lennon como una amenaza, el fotógrafo tira una respuesta con datos exactos: “El presidente Nixon y sus asesores pensaron que Lennon realizaría un concierto por la paz al momento de las elecciones presidenciales en 1972. Tenían miedo de que eso conspirara contra las posibilidades de reelección, por lo que trataron de expulsar a Lennon de Estados Unidos. Pero todos sabemos que no lo amedrentaron. No se fue”.
Artista de museo
Gruen se convirtió en fotógrafo por influjo familiar: su madre, fotógrafa aficionada, fue quien lo expuso cuando niño ante el extraño ambiente de un cuarto de revelado. Ella también fue quien le regaló su primera cámara a los 8 años.
Pero, según contó Gruen en varias entrevistas, no se tomó la fotografía en serio durante el tránsito de la niñez a la adolescencia. Simplemente captaba a familiares y a amigos. Y todo se mantuvo en los términos de un hobby aun cuando explotó la bohemia folk en Greenwich Village.
Pero el tiempo, el roce y, fundamentalmente, sus fotografías del estallido punk a ambos lados del Atlántico (New York Dolls, The Ramones, Blondie, The Patti Smith Group, Sex Pistols y The Clash) convirtieron a Gruen en alguien insoslayable.
Y así es como obra se encuentra en la colección permanente de la National Portrait Gallery de Londres y fue exhibida en una instalación multimedia en el Museo de Arte Brasileño en San Pablo (Faap) en Brasil.
Además, supo ser incluida en numerosas muestras internacionales; entre ellas, la del Museo de Arte Moderno de Nueva York y la del Brooklyn Museum.
Bob Gruen es autor de los libros
GRUEN ES UNO DE LOS FOTÓGRAFOS MÁS IMPORTANTES DE LA HISTORIA DEL ROCK. Y, FUNDAMENTALMENTE, TRABAJÓ CON LAS PRINCIPALES BANDAS DEL PUNK.