La Voz del Interior

El vuelco en la acusación por el crimen de Mariela Bortot

Preso por abuso, lo imputan de homicidio “criminis causae”. Hay otro sospechado en la causa judicial, pero está libre.

- Claudio Gleser cgleser@lavozdelin­terior.com.ar

Durante casi tres años, la mujer fue un enigma. Su desaparici­ón era un episodio criminal sin respuestas, sin hipótesis y sin un camino claro. De pronto, un preso enviado a juicio por la violación de una joven se convirtió en la guía que necesitaba la Justicia.

Gracias al aporte del jornalero Juan Ramón Rodríguez (38), los peritos lograron acabar con el misterio de Mariela Bortot, la mujer de 40 años que jamás regresó de una caminata el 25 de enero de 2014 por las afueras de Inriville, al sudeste de la provincia.

Fue el testimonio de este preso el que, desde su celda, permitió que el cadáver de esta madre de dos jóvenes terminara desenterra­do en un campo entre Inriville y Monte Buey.

Pese a que el hombre jura y perjura que no tiene nada que ver con el caso, el fiscal de Bell Ville, Oscar Aliaga, lo acusó de ser el presunto asesino.

Y hay más: cree que el peón sorprendió a Mariela en plena caminata, la violó en un monte y, para no ser reconocido ni denunciado, la asesinó. ¿De qué forma? No se sabe. Los huesos y los estudios forenses no dan respuestas aún.

“Juanchilo” Rodríguez fue imputado como supuesto autor de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y homicidio criminis causae (matar para consumar otro delito o lograr la impunidad de este), confirmaro­n fuentes judiciales. En caso de ser condenado, la pena es una sola: prisión perpetua (35 años por lo menos).

Lo llamativo es que, de forma paralela, hay otro imputado en esta compleja causa, aunque libre.

Se trata del expolicía Jorge Orellano, quien fue imputado poco después de la desaparici­ón de Mariela por el delito de privación ilegítima de la libertad.

Orellano trabajaba como jefe de seguridad en el campo del intendente de Inriville, donde se halló la ojota de Mariela.

Según trascendió, el nuevo acusado, Rodríguez, habría responsabi­lizado de todo a Orellano.

El exsargento, por su parte, niega toda relación con el caso y denunció que policías lo torturaron para arrancarle una confesión.

Está previsto que, en los próximos días, el fiscal indague al nuevo acusado. Sobre lo que diga Rodríguez, podría llegar a ordenar un careo con el expolicía.

“Está enterrada”

En noviembre del año pasado, Rodríguez, tras varios intentos, logró que el hermano de Mariela, Claudio Bortot, fuera a visitarlo a la cárcel de Villa María. Allí, el hombre cumple arresto por una supuesta violación.

“El tipo me citó a la cárcel para decirme que sabía dónde estaba enterrada Mariela, pero decía que él no tuvo nada que ver. Quería que fuera a verlo con las hijas de ella, pero yo no accedí a eso. Fue algo muy fuerte. Yo no conocía la cárcel”, cuenta Claudio.

Rodríguez le dijo que aquel sábado, mientras fumigaba un campo, vio a Mariela caminando y que Orellano “la tomó de atrás” y no sospechó nada porque “pensó que eran una pareja” y que entraban a un campo. Luego, siempre según su relato, al enterarse del caso a través de los medios de prensa, “comprendió todo”.

Dijo Rodríguez que, otro día, mientras entraba en ese campo para orinar, vio tierra removida cerca de un monte y, tras revisar, advirtió huesos y se espantó. Entonces, según él, supo que la víctima era Mariela Bortot.

Claudio se contactó con los investigad­ores del caso (la Policía Judicial) para contarles de este encuentro y ellos le dijeron que ya lo “investigab­an” por ser un testigo sospechoso y por antecedent­es de supuestos abusos.

El reo intentó negociar una morigeraci­ón de una eventual condena por su otra causa de abuso sexual a cambio de dar datos sobre Mariela. No hubo trato. Igual, confirmó su informació­n y se ofreció a ir al lugar para ayudar a desenterra­r los huesos. Fue llevado por orden del fiscal. La historia es conocida. A fines de noviembre de 2016, tras un amplio operativo de excavación, hallaron los restos óseos de Mariela.

“Rodríguez se despegó del caso y vinculó al expolicía Orellano. Sin embargo, es el principal sospechoso. Su coartada no cierra”, indicaron fuentes del caso.

La sospecha de los investigad­ores es que “Juanchilo” Rodríguez habría atacado a Mariela cuando la mujer daba su caminata y, tras violarla, la llevó en la fumigadora hasta un campo, donde la enterró.

La ausencia de lesiones óseas y el no hallazgo de sogas u otros elementos hacen sospechar de un estrangula­miento.

¿Por qué la violación? Porque al cadáver le faltaban prendas y por los antecedent­es del acusado.

“RodRíguez se despegó y denunció al policía, peRo es el pRincipal sospechoso poRque su coaRtada no cieRRa”.

 ?? (LA VOZ / ARCHIVO) ?? Años de marchas. Familiares y amigos de Mariela reclamaron durante años por el esclarecim­iento de su desaparici­ón. Hallazgo. En noviembre, los datos aportados por Rodríguez terminaron con el hallazgo de los restos en un monte de un campo.
(LA VOZ / ARCHIVO) Años de marchas. Familiares y amigos de Mariela reclamaron durante años por el esclarecim­iento de su desaparici­ón. Hallazgo. En noviembre, los datos aportados por Rodríguez terminaron con el hallazgo de los restos en un monte de un campo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina