Desafíos en torno al dólar
Puesta en un segundo plano por las protestas sociales y las negociaciones salariales del sector público, la política cambiaria genera múltiples opiniones sobre los beneficios y perjuicios en torno de un peso fortalecido frente al dólar.
La moneda norteamericana es la divisa referente para las operaciones de comercio exterior y para el valor de los bienes y servicios en la economía global.
Ciertos sectores de la producción han advertido sobre una posible “avalancha de importaciones” que puede afectar a los sectores productivos locales y al empleo.
Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) mostraron una leve baja de la desocupación, por una menor participación de la población en el mercado laboral activo.
El Indec reveló también que, pese a los reclamos industriales, las importaciones sólo crecieron tres por ciento en 2016 en relación con un año atrás, medidas en dólares nominales. Sin embargo, la Unión Industrial Argentina (UIA) advirtió de que ese promedio oculta que el ingreso de bienes durables se expandió 17 por ciento.
Gerardo Seidel, presidente de la entidad que agrupa a los industriales cordobeses, señaló que el ingreso de bienes durables es visible en todos los rubros. Se esperan nuevos embarques hacia la Argentina ante el cierre de grandes mercados internacionales, como el de Estados Unidos.
Un dólar débil afecta también a la producción de las economías regionales (uva, cítricos, frutas, entre otras), que soportan la inflación interna de costos pero que no pueden trasladar esa suba a los compradores externos.
La apreciación del peso determinó que sólo en febrero se destinaran 1.049 millones de dólares a gastos en turismo, según el Banco Central. Pese a la caída de la economía en 2016, aumentaron el número de argentinos que viajaron al exterior y el de quienes realizaron compras de ropa y productos electrónicos en países vecinos.
Diego Dequino, economista jefe de la Bolsa de Comercio de Córdoba, señaló que la cotización del dólar debería tener un piso de 16,10 y un techo de 24,20 pesos, en función de los términos de intercambio; esto es, la relación entre los precios de lo que la Argentina vende y de lo que compra. Hoy está por debajo de los 16 pesos.
La situación no mejorará pronto, pues entre abril y junio se espera el volumen más importante de la cosecha de granos gruesos, con el consiguiente ingreso de divisas. Además, provincias y municipios prevén nuevas emisiones de deuda, lo que reforzará el ingreso de dólares.
Las autoridades económicas deberán tomar las medidas necesarias para lograr un equilibrio con las necesidades de los sectores productivos y el mantenimiento de los puestos de trabajo.