Un “enter” al futuro
Ante la proximidad de su 20° aniversario, músicos locales reconstruyen “OK Computer”, el disco de Radiohead que anticipó las neurosis burguesas y mezquindades del nuevo siglo. En junio, esta obra profética será reeditada como disco doble, con sus cancione
OK Computer, el tercer disco de estudio de la banda británica Radiohead, no sólo fue considerado una hazaña artística al momento de su edición (21 de mayo de 1997), sino que el correr del tiempo lo ha convertido en profético. Es que un entramado fantasmagórico de rock suntuoso, con una variante progresiva que contrastaba con los dos movimientos en pugna (el éxtasis del brit pop y el dramatismo impostado del
grunge), adelantó algunas neurosis del siglo posterior, desnudó un
crescendo incontenible de la ambición del ser humano promedio y, por sobre todo, alertó sobre una vida que nos tendría confortablemente adormecidos en cuanto androides paranoicos
Todas estas certezas afloran por estos días, o por la antesala de un 20º aniversario que se perfila como una revolución creativa acorde con el estatus del álbum. De movida, el grupo de Thom Yorke informó que reeditará OK
Computer. Lo hizo luego de una campaña que incluyó pósteres misteriosos y un teaser de similar impacto en materia de intriga. Finalmente, la nueva versión llegará con los temas del tracklist remasterizados y un disco más con inéditos y lados b. ¿La fecha de publicación? El viernes 23 de junio, día en el que Radiohead tiene agendado un paso por Glastonbury, el festival de festivales.
Ahora bien, ¿cómo mensurar el impacto de OK Computer en nuestro entorno musical? Básicamente, pidiendo opiniones entre líderes de bandas o solistas que se acerquen mansamente a los 30, entre aquellos que han sido golpeados por la onda expansiva de una obra compleja y fascinante.
“Cuando lo escuché por primera vez, lo sentí en todo el cuerpo”, revela la solista Cci Kiu.
“Yo andaba incursionando en los sonidos de la guitarra, probando acordes ‘raros’, y ese disco fue un disparador, más que nada por las guitarras con distor y los grandes valles experimentales que, en ese momento, parecían paisajes inalcanzables. Los sentía inmensos. Hoy también. Quizás con una cabeza más analítica, pero siguen siendo inacabables”, interpreta Kiu, quien por otro lado observa que, más allá de que los Radiohead incursionaban en las “nuevas tendencias de música electrónica” como otros tantos contemporáneos, hay algo en OK Computer y en el grupo en sí que los distingue sobre el resto. “La conjunción de fuerza del rock, más las letras de reniegue de una sociedad posmoderna, más las armonías tan letales, más la tímbrica detallada de los instrumentos y en el momento de la canción donde aparecen, más el uso de instrumentos no convencionales como el mellotrón o el glockenspiel, más los compases irregulares, más las melodías espontáneas del León de Yorke…”, enumera.
A su turno, Carolina Merlo, cantante de los crepusculares Fly Fly Caroline, dice que OK Computer está entre sus discos preferidos. “Y, sobre todo, entre los más inspiradores”, enfatiza.
“En esa época recién imaginaba ‘tener una banda’ y de repente aparecen estas canciones, tan hermosas, raritas, tristes, genuinas. El comienzo del álbum es increíble, aunque todos los temas tienen la virtud de trasladarte muy rápidamente a otro planeta. Además de los hits ,en Subterranean homesick alien, durante los 10 segundos que dura la intro, ya estás volando”, remata.
Hernán Ortiz, una de las mitades de Hipnótica, tenía casi 10 años cuando salió OK Computer. Sin embargo, recuerda haber quedado “totalmente hipnotizado” por el clip de Paranoid android. “Sin cazar una, me sentí cautivado por esas imágenes y esa música. Luego, los clips de Karma police y No surprises afianzaron este acercamiento pero todavía sin conciencia”, se sincera este integrante de la generación formateada tardíamente por MTV.
El embrujo de Ortiz por OK
Lo escuché y Lo sentí en todo eL cuerpo. A pArtir de este disco, rAdioheAd es inALcAnzAbLe. Cci Kiu, solista pLAntó LA semiLLA de LA experimentAción AL servicio de unA cAnción pop rock. Nico Moroni, de Telescopios
Computer tiene una segunda parte: “Años más tarde, cuando ya había dejado Río Tercero, un compañero de la facultad me regaló su copia del disco y ahí se terminó de completar el círculo. Ya en un estado mucho más consciente, pude entender y disfrutar lo contundente y fundacional de esta obra”. Nico Moroni, de Telescopios, es otro riotercerense que escuchó este disco a destiempo. “Cuando salió no llegaba a los 10, así que pude entenderlo cuando estaba cursando el colegio secundario y el combo adolescencia/drama/ depresión/Radiohead cerraba por todos lados”, analiza.
“Recuerdo que me costaba encasillar esta música cuando la comparaba con bandas inglesas que también escuchaba por esa época (Oasis, Blur). Sentía que se movían en otro plano. Algo que con el tiempo terminé por confirmar. Mientras tanto, en ese momento me ponía a sacar los temas con una guitarra criolla Texas que no le hacía mucho honor al bueno de (Jonny) Greenwood”, precisa Moroni, partícipe de El Templo Sudoku, acaso el OK Computer de la movida local. “Desde hoy, pienso que es un grandísimo disco, si bien me puedo identificar más con los posteriores de Radiohead. Pero la importancia de este es que plantó (en su carrera y en mi generación) esa semilla de la experimentación sonora al servicio de una canción pop rock”, cierra. Referencias
Cci Kiu, la consultada que más se explayó sobre OK Computer, se enfoca en las referencias literarias y musicales de la obra: “Ennio Morricone y Krzysztof Penderecki; DJ Shadow, Bob Dylan y Johnny Cash. En Electioneering, por ejemplo, Yorke cuenta que fue inspirada en los escritos de Noam Chomsky”. Kiu considera que Paranoid android está inspirado en Happiness is a warm gun (The Beatles) y Bohemian rhapsody (Queen), y que posee un grado de libertad que se extiende hasta en su duración: 6,23 minutos, sacados de un original de 14.
Por último, se enfoca en el alcance de un título que hoy resuena natural, pero que en aquel tiempo (pre-download, pre social
media, preautomatización absoluta, con la PC afectando nuestro presente sin la voracidad con la
que lo hace hoy) refería a algo no tan categórico. “Imagino un enter al futuro, pero también contaba historias no muy distintas de las que vivimos hoy socialmente; a colación, pienso en Threnody for
the victims of Hiroshima ,de Penderecki. Una obra tan sublime, arrolladora y aterradora que en el cruento friso de las cuerdas frotadas denota el dolor inacabable de esas pérdidas. Esto inspiró a OK Computer y me obliga a pensar: ¿será que no han pasado estos 20 años?”.