Hombre de apertura
Sebastián Schachtel, hoy tecladista y productor en Las Pelotas, tuvo la posibilidad de abrir con La Portuaria el único show que Radiohead ofreció en Argentina. El acontecimiento se produjo el 24 de marzo de 2009, en el club Ciudad de Buenos Aires.
“Abrimos para ellos y para Kraftwerk, fue una alegría y emoción poder ver ambas bandas en vivo”, dice el músico, quien, al igual que todos los cordobeses consultados, tiene una relación especial con OK Computer. “Andrea, mi mujer, trajo el disco de un viaje a Nueva York y me dijo ‘están todos como locos con esto’. Si bien conocía The bends ,su disco anterior, no me pasaba mucho con ellos. Pero lo escuchamos y no lo dejamos de poner en el CD player por mucho tiempo”, narra Schachtel, quien considera a esta obra como esas ciudades con las que llegás a sentir cierta familiaridad, a las que les descubrís secretos cuando más las transitás.
“OK Computer es un disco supertrabajado en el estudio, muy ambicioso y lleno de ideas –prosigue–. En las partes en las que el grupo estalla (el final de Airbag, por ejemplo), los instrumentos parecen entremezclarse y confundirse deliberadamente. No se sabe si es una guitarra, una batería procesada o un teclado. Es un caos hermosamente compuesto, hay una alternancia de partes superclimáticas con partes densas y pesadas. Es una sinfonía de texturas, con la voz de Yorke flotando”.
Schachtel es de aquellos que vinculan al premonitorio disco de Radiohead con los grandes del rock sinfónico: “Me sorprende la forma de algunas canciones, algunas de ellas con varias partes instrumentales con claras referencias a King Crimson o a Pink Floyd. Pienso en Paranoid android y su parte coral del medio. Pasa eso también con el uso de Fender Rhodes, mellotrones y electrónica modular”.