Nuevos indicios complican más a Temer
La Policía le tendió una trampa a un diputado interlocutor del presidente que fue filmado cobrando coimas de la empresa JBS. El líder de la bancada oficialista se despegó del mandatario y pide una “salida negociada”.
BRASILIA. El acuerdo de delación premiada con colaboración activa entre el imperio frigorífico mundial JBS y la Policía Federal brasileña complicó más al presidente Michel Temer. Ayer se supo de modo oficial que un colaborador del mandatario, el diputado apartado del gobernante Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) Rodrigo Rocha Loures, cobró una coima preparada y filmada por la fuerza de seguridad y entregada por el director de la empresa, Ricardo Saud.
JBS está acusado de sobornar a funcionarios públicos para obtener beneficios en autorizaciones de exportación. Sus dueños y directivos, acorralados, accedieron a delatar la trama que involucra al mandatario y al líder del principal aliado al Gobierno (Aécio Neves, del PSDB) a los fines de obtener menores sanciones judiciales.
Cuatro días después de llegar a Brasil, desde un viaje a Estados Unidos, Rocha Loures devolvió (bajo amenaza de prisión inmediata) la valija que le había sido entregada por Saud. Pero, según las actas de la Policía Federal protocolada por la defensa de Loures en el Supremo Tribunal Federal (STF), había 35 mil reales menos de los 500 mil que habían sido entregados. Es decir que el hombre, inclusive se quedó con un “vuelto”. En el marco de la causa, Joesley Batista, dueño del frigorífico JBS, afirmó que Rocha Loures fue nominado por el presidente Temer para tratar asuntos de interés de la empresa.
Por este motivo, la cámara oculta en que cayó el diputado representa otro golpe para el jefe de Estado, que cada vez ve más complicada su permanencia en el Planalto. La trampa
La última vez que la valija con el soborno había sido vista fue cuando Rocha Loures salió con ella de un estacionamiento de una pizzería de San Pablo, el 28 de abril. Tras eso, entró corriendo en un taxi que había llamado por teléfono.
Todo eso fue filmado por la Policía Federal, que, inclusive, puso un chip de localización en el portafolio. A la semana, el diputado viajó por motivos personales a Estados Unidos y regresó a Brasil el viernes para dar testimonio al ser citado por la Justicia. Oficialismo partido
La crisis es tan aguda que hasta las voces más encumbradas del gobernante Partido del Movimiento Democrático de Brasil (PMDB) empiezan a manifestarse a favor de la renuncia de Temer.
Ayer fue el jefe del bloque de senadores oficialistas, Renán Calheiros, quien propuso una “salida negociada” del presidente para que el Congreso lleve adelante una transición “rápida” y elija a un nuevo jefe de Estado.
Primero, en declaraciones a Radio Gaúcha, Calheiros pidió a Temer una salida consensuada y propuso que el Congreso elija en forma indirecta un sucesor, que según él podría ser la presidenta del Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema), Carmen Lúcia Antunes.
Luego, en la Comisión de Asuntos Económicos del Senado, Calheiros hizo también el pedido sin hablar de renuncia de Temer, al rechazar la propuesta del Gobierno para que en medio del escándalo se traten la reforma laboral y la jubilatoria, que están en agenda.
“Hagamos una transición rápida, negociada; debemos elegir un presidente y un vice que garanticen las elecciones generales de 2018, con una Asamblea Nacional Constituyente para salir de este momento dramático; el presidente necesita comprender el momento histórico”, dijo el jefe del bloque del PMDB, uno de los políticos más influyentes de Brasilia.
En ese contexto, fustigó al ministro de Economía, Henrique Meirelles, por haber dicho a inversionistas del banco JP Morgan que las reformas se aprobarían con o sin Temer. “Yo lo echaría del cargo”, disparó Calheiros.