“Brasil no está detenido ni va a parar”
BRASILIA. A pesar de la impopularidad, los escándalos judiciales y la merma de apoyo político de sus aliados y copartidarios, el presidente de Brasil, Michel Temer, afirmó que su Gobierno “no está detenido ni va a parar”.
Su alocución fue ayer efectuada al defender una serie proyectos aprobados por parte del Congreso en medio del escándalo por el cual el fiscal General lo acusó de corrupción, obstrucción de la justicia y asociación ilícita.
“Brasil no paró, ni va a parar; seguimos avanzando, trabajando y con el Congreso votando proyectos importantísimos”, dijo Temer en un video publicado en su perfil de Facebook.
El mandatario agradeció además el apoyo que le están dando a su gestión los presidentes del Senado, Eunicio Oliveira, y de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, quienes motorizaron la aprobación de siete proyectos el miércoles, tras las manifestaciones y hechos de violencia que tuvieron epicentro en la capital brasilera.
La mención a los jefes de las cámaras legislativas es clave para el juego de poder en el vaivén de apoyos y abandonos que ha provocado el escándalo de corrupción vinculando a Temer al frigorífico JBS. Agenda y “exageraciones” El presidente se reunió ayer con la Cámara de la Construcción civil en el Palacio del Planalto, ante quienes destacó el “reinicio del crecimiento económico” tras dos años de recesión y la caída de la inflación del 10 por ciento anual del año pasado al 4 por ciento actual.
En un pasaje muy criticado en las redes sociales, Temer dijo que durante las manifestaciones para pedir su renuncia en Brasilia “ocurrieron exageraciones”, pero en ningún momento citó su decisión de haber enviado a soldados del Ejército a ocupar las calles de la capital, una decisión que ayer revocó.