Brutal ataque contra un joven en el Complejo Esperanza
Un adolescente de 18 años fue golpeado por otros cuatro, quienes utilizaron un palo. Sufrió una grave herida en la cabeza. El caso se agrega a una serie de violentos episodios internos ocurridos en las últimas semanas, en medio de un largo conflicto entre
Víctima de una brutal agresión por parte de un grupo de adolescentes, un joven que estaba alojado en Complejo Esperanza permanece internado en grave estado en el hospital San Roque, de la ciudad de Córdoba.
Según se indicó ayer de manera oficial, todo ocurrió el miércoles último al atardecer en el sector A del instituto Nuevo Sol, uno de los centros internos en el que se divide Complejo Esperanza, el comple- jo para jóvenes menores de edad en conflicto con la ley penal ubicado en la periferia sur de la ciudad de Córdoba, ya en jurisdicción de la comuna de Bouwer.
Agustín M., un adolescente de 18 años acusado de homicidio cuando era menor de edad, fue atacado por al menos cuatro jóvenes, quienes lo tomaron a golpes de puño, patadas y también con un palo.
El agredido sufrió una grave lesión sangrante en la cabeza, por lo que fue trasladado al hospital Córdoba, donde se le practicó una tomografía computada que reveló que presentaba un coágulo en el cerebro.
Ante esto, se lo derivó al hospital San Roque, ya que en el primer nosocomio no contaban con los requisitos necesarios para intervenirlo quirúrgicamente, según habían determinado los primeros médicos que lo asistieron.
Sin embargo, el neurocirujano que lo recibió en el San Roque optó por esperar, por lo que Agustín no fue operado y permanece consciente en la terapia intensiva.
Ahora los médicos evalúan si el hematoma se absorbe o si finalmente lo deberán intervenir.
Según el registro de las cámaras de filmación internas del Complejo Esperanza, fueron cuatro los jóvenes que atacaron de manera brutal a Agustín.
El director del centro, Antonio Franco, aseguró que el joven agredido había sido relocalizado el lunes último, ya que antes había tenido problemas en el otro sector del Nuevo Sol en el que estaba alojado.
“Lo cambiamos de sector porque estaba bastante virulento, pero nos salió el tiro por la culata. No sabemos por qué lo golpearon con tanta bronca, como si fueran enemigos de toda la vida”, apuntó Franco.
Además de trompadas y patadas, los agresores utilizaron un palo para barrer que habían solicitado minutos antes bajo la excusa de que querían limpiar el sector donde tienen las camas.
Es por ello que se presume que se trató de un ataque planificado. Seguidilla Esta situación lejos está de ser una novedad. Desde hace varias semanas, diferentes fuentes internas de Complejo Esperanza vienen advirtiendo a La Voz que las agresiones entre los jóvenes se multiplicaron.
Aseguraron que se advertía un cambio radical en el comportamiento interno e incluso hace 15 días las autoridades decidieron suspender el dictado de clases por unos días, ya que los adolescentes se atacaban en cualquier momento en que podían encontrarse.
Un joven también soportó una golpiza y tuvo que recibir atención médica.
“Algunos están copiando los comportamientos que hay entre los presos de las cárceles de mayores”, agregó uno de los informantes. En ese sentido, nadie niega que el tráfico interno de drogas continúa en auge.
Además, en las últimas semanas se produjo una serie de fugas.
En el medio de toda esta situación, existe un prolongado conflicto entre un grupo de guardias internos (“celadores”) y las autoridades políticas del Complejo Esperanza, tras un cambio del régimen laboral.
Esto alimenta las suspicacias de que sean guardias los que “liberan” los sectores para que se produzcan estas reyertas o que facilitan las fugas.
Por el contrario, voceros de los “celadores” apuntan que se trata de un problema estructural que desde hace años acarrea el centro.
Lo concreto es que en medio de la tensión entre los adultos floreció una conflictividad cada vez más agresiva entre una parte de los más de 200 jóvenes allí alojados. Una violencia cada vez más extrema.