Del Parque de las Tejas a Odebrecht
No son días tranquilos para Juan Schiaretti. Las repercusiones por las idas y vueltas judiciales del caso Odebrecht a nivel nacional lo sacan de quicio. “Los profetas del atraso no quieren que se hagan los gasoductos”, denunció el miércoles pasado el gobernador, sin ocultar su fastidio.
El mandatario y sus funcionarios más cercanos se molestaron hasta la ira cuando esta semana se difundió en los medios que Odebrecht le entregó dos automóviles a la Provincia para que inspeccionara la obra de los gasoductos.
En realidad, esa es una de las exigencias que están en los pliegos de licitación y no son dos, serán 16 los vehículos que la empresa debe entregar al Gobierno.
Esta información generó malestar en el Centro Cívico. Aunque la polémica podría alimentarse en los próximos días, si se comprueba que esos vehículos fueron usados de manera particular por algunos funcionarios.
El gobernador no da nombres, pero apunta su enojo hacia algunos legisladores opositores críticos de la licitación de los gasoductos. También está molesto con los medios de comunicación.
Según su visión, hay una campaña –política y mediática– en Córdoba en contra de la empresa brasileña, que admitió haber pagado coimas en el país por 35 millones de dólares, durante el kirchnerismo.
“A los medios les va a pasar con los gasoductos lo mismo que con el Parque de las Tejas. Todos cuestionaban el proyecto, pero hoy es el parque más valorado por los cordobeses”, manifestó el gobernador en una charla privada.
Esta definición es repetida por todos los funcionarios schiarettistas.
Se trata de una verdad a medias. Hubo polémica por la demolición de la vieja Casa de las Tejas por cuestiones urbanísticas. Es cierto que después de una fuerte discusión pública –con connotación política, porque hubo denuncias de opositores– la sociedad se apropió y disfruta de ese paseo público.
Pero, sobre Odebrecht recaen sospechas de corrupción, porque sus propios directivos admitieron haber pagado coimas en todos los países donde trabajaron.
La conducción local de la constructora brasileña comenzó una campaña de “esclarecimiento”. Explican que, si bien hubo pagos de coimas hasta fines de 2013 de parte de directivos que ya no están en la empresa, no ocurrió lo mismo con la licitación en Córdoba, que se concretó en mayo de 2015.
De todos modos, la sensibilidad que se advierte en el Gobierno provincial tiene que ver con la incertidumbre que existe por lo que puede revelar la Justicia brasileña sobre las acciones de los directivos de Odebrecht en nuestro país, en los últimos años.
En el entorno del gobernador dicen estar “muy tranquilos” por la licitación de los gasoductos troncales, en la cual la empresa brasileña ganó seis tramos.
Los funcionarios schiarettistas se encogen de hombros y evitan opinar ante la consulta sobre si Odebrecht hizo aportes a la campaña presidencial de José Manuel de la Sota, en el año 2015.
Es una cuestión que no afectaría directamente a la actual gestión, pero sería una mala noticia para el peronismo provincial, en los umbrales del arranque de la campaña.
En El cEntro cívico dicEn Estar tranquilos por la licitación dE odEbrEcht En los gasoductos.