Un Messi genuino, la obsesión de Sampaoli
El nuevo seleccionador será el octavo que dirige a Messi en el equipo nacional. Intentará rodearlo de jugadores que le den mayor protagonismo. Ayer se encontraron en Australia.
El santafesino será el octavo entrenador que “Leo” tendrá en la selección argentina. Ayer trabajaron por primera vez juntos en Melbourne, donde el viernes Argentina se medirá con Brasil.
“Queremos que Messi sea ‘Leo’ y encuentre su versión más genuina en la selección. Lo importante es que tenga jugadores compatibles para la posición que emplee y ver con quiénes puede ser más partícipe o más protagonista”. Jorge Sampaoli encontró en esa definición la mejor forma de transmitir que su equipo se armará en función del genio creador del astro del Barcelona, a quien rodeará con quienes le aseguren una mayor libertad para sentirse el mejor del mundo.
El nuevo entrenador de la selección argentina tuvo ayer su primera práctica con “la Pulga”. Después del entrenamiento, a través de un inusual parte de prensa, el DT desnudó los lineamientos generales de su idea futbolística, basada, principalmente, en la tenencia de la pelota, el ataque sostenido y la rápida recuperación a través de una intensa presión.
Y en ese contexto, Messi tendrá ocasión de ejercer su “mejor versión”, con muchos rostros largamente conocidos (Ángel Di María y Gonzalo Higuaín), otros con los que ya alternó algunos minutos (Paulo Dybala y Lucas Alario), y uno largamente reclamado: el de Mauro Icardi, quien también se sumó ayer a la práctica del Melbourne City Academy. Joaquín Correa (delantero del Sevilla) y Alejandro “Papu” Gómez (extremo izquierdo del Atalanta) serán otros de los interlocutores por descubrir para el capitán.
La pregunta cae de madura, ¿podrá verse un mejor perfil de “Leo” en la selección?, ¿o acaso la sentencia de Sampaoli sólo haya sido una retórica de ocasión o un deseo expresado en voz alta? Los próximos compromisos perfilarán una respuesta, pero algo es innegable: hay intenciones de cambio, y no sólo de nombres.
Doce años de selección
Desde aquel 17 de agosto de 2005, cuando con 18 años recién cumplidos debutó ante Hungría y fue expulsado a los pocos segundos de juego por un supuesto codazo sobre un rival, Messi tuvo algunos picos de alto rendimiento, pero nunca gozó de la regularidad que exhibe en el Barcelona.
Sin ganar títulos a nivel selección mayor (sí lo hizo con la juvenil en el Mundial de Holanda 2005 y con la olímpica en Beijing 2008), Messi igual se constituyó en un ícono de la historia de la selección. Para empezar hay que decir que con sus 58 goles marcados en 117 partidos es el máximo goleador de todos los tiempos de la albiceleste. Pero para el exitista paladar del hincha argentino, el “10” nunca llegó al potencial que se le reconoce con la camiseta del club catalán.
En el abanico de jugadores que José Pekerman, Alfio Basile, Diego Maradona, Sergio Batista, Alejandro Sabella, Gerardo Martino y Edgardo Bauza le pusieron alrededor nunca encontró un socio de “fierro”. Y si se trata de gustos personales, al que más elogió Messi para compartir la cancha fue a Sergio Agüero, quien quedó afuera del primer listado de Sampaoli, quien aclaró que “en este equipo sólo hubo altas, no bajas”.
En sus primeros partidos, Pekerman intentó juntarlo con Juan Manuel Riquelme, una asociación que también respetó Basile, quien además le agregó a Carlos Tevez y al “Kun”. Con Diego como DT, se potenció la presencia de Agüero y a él se sumaron Ángel Di María y Gonzalo Higuaín, quienes ya que- daron en el “cuerpo estable” de la selección. El 10 de octubre de 2009, cuando Argentina venció angustiosamente 2-1 a Perú con recordado gol de Martín Palermo, Messi compartió la cancha por primera vez con todos ellos. Al final de la gestión de Sabella decayó la presencia de Agüero y creció la de Ezequiel Lavezzi, pero con Martino el ex-Independiente volvió a cobrar protagonismo (estuvo en el equipo en los 20 partidos que jugó “la Pulga”). Con Bauza, la presencia de “Leo” disminuyó por lesión (y una fecha por suspensión).
Nombres, nombres y más nombres y uno solo repetido: el de Messi, al que ningún DT discute y todos quieren encontrarle su mejor lugar y sus mejores socios. Sampaoli ya perfila su versión.