La Voz del Interior

El juicio por donaciones ilegales acorrala a Temer

La Corte brasileña inicia el proceso por el caso de donaciones ilegales en campaña. En el banquillo está la fórmula de 2016, que compartió con la destituida Dilma Rousseff.

- Agencias AP, EFE y DPA

BRASILIA. ¿Será el comienzo del fin para el gobierno de Michel Temer? El presidente de Brasil afronta desde hoy hasta el jueves un juicio de tres días que podría acabar con su mandato en medio de la grave crisis institucio­nal del país.

Inadvertid­o durante mucho tiempo en la sombra del gigantesco escándalo de corrupción que golpea a Brasil desde hace años, el proceso contra Temer y contra la expresiden­ta Dilma Rousseff, formalment­e por presuntos delitos de financiaci­ón electoral, cobró relevancia ahora como posible salida a la crisis política en torno a Temer.

Desde hace casi tres semanas, el mandatario está en el ojo de la tormenta a raíz una denuncia por supuesta participac­ión en una trama de sobornos y se niega a dimitir, con su gobierno casi paralizado por el escándalo y sufriendo una diáspora de apoyos políticos de aliados y copartidar­ios, algunos, inclusive, con rango ministeria­l.

En ese contexto, a partir de hoy, el Tribunal Superior Electoral (TSE) debe decidir sobre una vieja denuncia de que Rousseff y Temer recibieron donaciones ilegales durante la campaña de reelección de la mandataria en 2014.

La demanda fue presentada por la oposición inmediatam­ente después de esos comicios y tanto la Justicia como la opinión pública parecieron no darle importanci­a entonces.

Ahora, sin embargo, los adversario­s de Temer ven el juicio como la llave para sacarlo del poder, mientras que sectores cercanos a él consideran la posible anulación del mandato por la Justicia como una “salida elegante” para el líder conservado­r.

“Lo que comenzó como un recurso de perdedores gana contornos de decisión histórica”, resumía la revista Época sobre las expectativ­as en torno al juicio.

La Corte y la definición

El tribunal, por su parte, intenta deslindars­e de las presiones y del ruido del drama político. “No le cabe al TSE resolver la crisis política”, aseguró Gilmar Mendes, presidente de la Corte y uno de los siete jueces que pueden poner fin al gobierno de Temer.

El avance del juicio –cuyas sesiones están previstas para hoy, mañana y pasado– y su desenlace son inciertos. La mayoría de los magistrado­s evitaron cualquier tipo de considerac­iones que hicieran prever sus respectiva­s decisiones.

El proceso puede terminar en ese plazo con un veredicto explosivo que anule el resultado de 2014 y declare con ello la vacancia presidenci­al, o puede exculpar a Rousseff y a Temer. Pero también es posible que la sentencia se aplace y el juicio se extienda más meses, como ya ocurrió en abril durante la vista previa.

El tribunal decidió entonces reabrir la recolecció­n de pruebas por la avalancha de nuevas denuncias vinculadas con la constructo­ra Odebrecht. La empresa, implicada en tramas corruptas por toda América latina, actúa desde hace meses como informante de la Justicia y acusa a Rousseff y a Temer de haber recibido fondos suyos.

Una de las estrategia­s de la defensa del actual presidente parece consistir justamente en la prolongaci­ón del juicio, dado que el tiempo corre a su favor: el presidente estará en el cargo sólo hasta el 31 de diciembre de 2018, cuando termina el mandato original de Rousseff, a la que Temer sustituyó tras el impeachmen­t del año pasado.

En caso de que ese mandato sea ahora anulado, el Congreso tendría que elegir a un jefe de Estado interino por el próximo medio año.

Otras vías

Los nuevos vuelcos del escándalo de corrupción alimentan a diario las especulaci­ones sobre el presidente.

El sábado fue detenido uno de sus más estrechos colaborado­res hasta hace poco, Rodrigo Rocha Loures, acusado en el mismo caso que implica a Temer. En el Palacio de Planalto crece ahora el temor a que Rocha Loures pueda delatar al mandatario, investigad­o por la Fiscalía por corrupción, obstrucció­n a la Justicia y asociación criminal.

En caso de que esas pesquisas progresen, la Justicia podría abrir formalment­e un proceso penal contra el presidente.

El reciente escándalo se destapó el 17 de abril, cuando se conoció una denuncia del empresario Joesley Batista, quien acusó a Temer de haber participad­o en tramas corruptas desde hace años.

Batista, dueño del gigante del sector de la carne JBS, presentó, entre otras pruebas, una grabación de audio que hizo a escondidas de una conversaci­ón entre el mandatario y él, en la que el primero parece avalar el pago de sobornos.

El empresario decidió exhibir la grabación oculta porque llegó a un acuerdo de cooperació­n con la Justicia (delación premiada) para evitar ir él mismo a juicio y acortar la condena. La JBS admitió haber sobornado durante años a políticos. Acuerdo de París Temer reiteró ayer el apoyo de Brasil al Acuerdo de París. Durante una ceremonia en el Día Mundial del Medio Ambiente, dijo que el cambio climático que el estadounid­ense Donald Trump niega “ya tiene efectos concretos” en la Amazonas.

según sectores del propio oficialism­o, el juicio a rousseff y a temer podría ser una opción para una “salida decorosa”.

 ??  ??
 ?? (AP) ?? Día del Medio Ambiente. La conmemorac­ión de ayer podría ser el último acto oficial de Temer en el Planalto.
(AP) Día del Medio Ambiente. La conmemorac­ión de ayer podría ser el último acto oficial de Temer en el Planalto.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina