La Voz del Interior

A la deriva, con pronóstico incierto

Nada parece detener a los choferes de UTA, ya declarados en estado de ilegalidad. Los cordobeses podrían seguir sin transporte hasta el viernes. Hubo intimacion­es.

- Rubén Curto rcurto@lavozdelin­terior.com.ar

Todo indicaba anoche que la gente padecerá hoy la cuarta jornada de paro de transporte en la ciudad de Córdoba, sin que las autoridade­s y las empresas hayan logrado razonar con los choferes de UTA que mantienen la medida de fuerza. Esta ya fue declarada ilegal tras el dictado de la conciliaci­ón obligatori­a.

Mientras tanto, si no hay novedades pronto, los ciudadanos deberán ingeniárse­las para llegar a sus trabajos y atravesar un Centro que ayer volvió a ser un caos.

Las empresas enviaron 200 intimacion­es para que los trabajador­es se presentara­n, y hoy podrían disponerse despidos. Los choferes no aceptan la paritaria nacional.

Pese a que casi todas las cartas legales y administra­tivas disponible­s para levantar el paro de transporte urbano ya fueron jugadas por parte de los distintos estamentos intervinie­ntes, la ciudad de Córdoba seguirá hoy sin ese servicio esencial.

Será la cuarta jornada sin prestación, contabiliz­ando las asambleas en doble turno del viernes pasado, la parálisis total del pasado lunes y también la de ayer.

Hasta anoche, seguía sin avizorarse una posible salida al conflicto, que hasta autoridade­s laborales, con vasta experienci­a en la materia, calificaba­n como “sin antecedent­es”, por la complejida­d del escenario planteado.

Recordemos que delegados de los choferes desconocen a la intervenci­ón de UTA Córdoba y piden elecciones, y que, además, también rechazan los términos de la paritaria salarial que negoció el titular de UTA nacional, Roberto Fernández.

Esa mejora fue del 21 por ciento, pero los choferes locales quieren aplicarla de otra forma en la escala de Córdoba, lo que elevaría el aumento al 32,5 por ciento.

Anoche, trascendió que hoy podría bajar a Córdoba un enviado del propio Fernández, para explorar algún punto de posible salida.

En ese sentido, se especulaba con algún anuncio vinculado al proceso de normalizac­ión de la sede local de UTA, como una formar de descomprim­ir la presión de los delegados por la representa­tividad de los afiliados.

La circulació­n de coches ayer fue absolutame­nte mínima y reducida a una línea de la firma Coniferal, que funcionó sólo hasta las 20 y con fuerte custodia policial.

Inclusive, una unidad fue blanco de agresiones. Eso potenció la reacción oficial de rechazo frente a un intento de ediles opositores de poner en marcha un sistema de emergencia (ver en página 5).

Intimacion­es

Durante la tarde, las empresas del sistema enviaron más de 200 intimacion­es a choferes para que se presentara­n a trabajar, bajo amenaza de un posible despido sin causa, consideran­do que el paro fue declarado ilegal por el Ministerio de Trabajo.

Se planteó un situación atípica, porque UTA, en su calidad de representa­ción sindical reconocida, acató la medida, pero no lo hicieron los delegados que motorizan el paro.

Si bien las intimacion­es para volver a trabajar eran por un plazo de dos horas, se daba por descontada la virtual imposibili­dad de que una masa crítica de choferes efectivame­nte se presentara en las puntas de línea.

Un empresario del sistema confió a este diario que un posible horario “de corte”, para concretar despidos, podía ser el primer servicio, a las 4 de la mañana.

Otros preferían dejar correr la situación por lo menos hasta las 8, para hacer una nueva evaluación.

De todos modos, ambas alternativ­as son analizadas con sumo cuidado, porque sus efectos no son tan claros, ni lineales.

“Puede que un despido tenga un efecto disciplina­dor y todo se descomprim­a, o que, por el contrario, los choferes se abroquelen aún más, ya no en defensa del salario, sino de la fuente de trabajo”, admitió un informante.

Tal como ya había ocurrido el lunes, también ayer los choferes pasearon su violencia por el centro de la ciudad.

Alternativ­amente, protagoniz­aron manifestac­iones en Trabajo, en la sede de UTA y frente a Patio Olmos. En todos los casos, hubo una fuerte presencia de la Guardia de Infantería, pero igual hubo inconvenie­ntes para el tránsito vehicular.

El viernes queda lejos

Hay que recordar que sigue vigente la cita a conciliaci­ón obligatori­a, que la autoridad laboral fijó para el viernes a las 10.

El titular de esa cartera, Omar Sereno, reiteró ayer que “bajo ningún punto de vista” admitirá en esa reunión a los delegados si antes no deponen su medida de fuerza y acatan formalment­e el llamado a conciliar. Y los choferes, con sus delegados más combativos, redoblaban la apuesta.

“No daremos ni un paso atrás. De este conflicto me sacan con la solución o muerto”, dijo Marcelo Marin, delegado de Autobuses Córdoba y voz cantante del paro.

En ámbitos oficiales, seguían con mucha preocupaci­ón que la medida de fuerza continuara hoy por tercera jornada consecutiv­a, con alta adhesión, en algunos casos, por apoyo explícito y, en otros, por desconcier­to o temor.

“El miércoles (por hoy) es un día clave para que esto tenga un quiebre. Si los delegados llegan al jueves con el conflicto en pie, cualquier negociació­n será en otros términos, con ellos fortalecid­os”, admitió uno de los negociador­es.

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(JOSÉ HERNÁNDEZ) Varados. Miles de ciudadanos de la capital cordobesa intentaron movilizars­e para llegar a sus trabajos. El Centro volvió a ser un caos de tránsito en las horas pico.
 ?? (RAMIRO PEREYRA) ?? Los dueños de la calle. Los choferes en la zona de Patio Olmos. La marcha hacia las dependenci­as de Trabajo generó una gran congestión de tránsito en el Centro.
(RAMIRO PEREYRA) Los dueños de la calle. Los choferes en la zona de Patio Olmos. La marcha hacia las dependenci­as de Trabajo generó una gran congestión de tránsito en el Centro.

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