May, acorralada en la recta final de campaña
Italia había advertido al Reino Unido de un potencial terrorista. Resultó uno de los atacantes de Londres. Mañana hay comicios.
Los británicos acuden a las urnas en menos de 48 horas y la seguridad acabó por convertirse en la gran protagonista de una campaña electoral absolutamente enrarecida. A las críticas del candidato laborista Jeremy Corbyn a la primera ministra conservadora, Theresa May, por los recortes en el número de policías durante sus años al frente del Ministerio del Interior, se sumaron dudas sobre si el Gobierno hizo lo suficiente para prevenir el ataque terrorista del sábado en Londres, en el que murieron siete personas y 48 resultaron heridas.
Apenas 12 horas después del atentado, May se dirigió al país desde la puerta del 10 de Downing Street y dijo que en Reino Unido “hay demasiada tolerancia con el terrorismo”. Pero, a medida que avanza la investigación, las palabras de la primera ministra parecen volverse en su contra.
Sucede que la Policía confirmó ayer el nombre del tercer terrorista y admitió que lo tenía vigilado pero que no pudo hacer nada. La noticia tomó estado público por un diario italiano. El Corriere
della Sera expuso que Youssef Zaghba, de 22 años, italiano de padre marroquí, había sido detenido en el aeropuerto de Bolonia en 2016 cuando trataba de viajar a Estambul –entrada habitual de los yihadistas que van a Siria–, y aseguró que, en ese momento, el Gobierno italiano había notificado a las autoridades británicas su preocupación por el sujeto, que se había trasladado después a Reino Unido de forma espontánea.
La revelación aumenta la presión sobre el gobierno de May, después de que el lunes se confirmó que otro de los atacantes, Khuram Shazad Butt, británico de 27 años nacido en Pakistán, había sido denunciado en repetidas ocasiones a las autoridades británicas por su extremismo, e incluso había salido en un documental televisivo titulado The Jihadis Next Door (Los vecinos yihadistas). Pero la policía consideró que ninguno de los dos, ni Butt ni Zaghba, representaba una amenaza inmediata para la seguridad.
En tónica electoral, el alcalde laborista de Londres, Sadiq Khan, echó leña al fuego. Expresó: “Estoy seguro de que la Policía estudiará lo que sabía, lo que podría haber hecho, lo que hizo y si algo podría haberse hecho de manera diferente”. El propio Boris Johnson, predecesor de Khan en la Alcaldía y hoy ministro de Exteriores, reconoció que el atacante Butt podía haber sido detenido.