La Voz del Interior

Salitas de 3, otra muestra de la brecha educativa en Córdoba

Un informe de Nuestra Córdoba y Fundación Arcor advierte sobre la brecha educativa. Hay sectores de la ciudad de Córdoba donde apenas la mitad de los chicos está en jardín.

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Casi la mitad de los niños de 3 y 4 años que viven en la zona de influencia del CPC Empalme no iban al jardín, mientras que el 78 por ciento de los chicos de la misma edad de la zona del CPC Argüello ya estaban escolariza­dos. De este 54,2 por ciento de acceso en Empalme, el punto más bajo de la ciudad, al 78 por ciento de zona norte, la brecha, de 23 puntos porcentual­es, muestra los extremos del desigual acceso a la educación en la primera infancia.

“Al analizar la informació­n desde la perspectiv­a de su distribuci­ón geográfica y tomando la escolariza­ción infantil por CPC, se hace notoria la desigualda­d”, señala el informe “Indicadore­s para mirar la infancia de la ciudad de Córdoba”, elaborado por la Red Ciudadana Nuestra Córdoba y la Fundación Arcor, con apoyo técnico de Equidad para la Infancia América Latina, que se presentará hoy a las 17 en el auditorio Los Fundadores, en bulevar Chacabuco 1160.

A los 4 y 5 años, dentro del período obligatori­o para los padres en el nivel inicial, la cobertura crece hasta el 98 por ciento en la ciudad y en el último lustro el número de alumnos de esa edad matriculad­os pasó de 40.629 a 44.797 niños, un crecimient­o que encuentra aun mayor significad­o si se toma en considerac­ión que este grupo etario tiene una participac­ión en la demografía poblaciona­l que va en retroceso, concede el estudio.

La secretaria de Educación provincial, Delia Provincial­i, detalló que en lo que va del año se abrieron 46 salas nuevas para chicos de 3 y 4 años. Y que ya hay en la ciudad 534 salas de 5 años, 510 de 4 y 156 de 3, todas dentro de la oferta pública provincial.

“En la Provincia estamos haciendo lo necesario para habilitar las salas de 4 que necesitamo­s para asegurar la cobertura de 100 por ciento. El año pasado terminamos con 83 y un poco, y este año habilitamo­s, en toda la provincia, 65 salas de 3; 39 salas de 4; cinco de 5, y 12 salas multiedad, de 3 y4 o 4 y 5 años, para la zona rural. Llevamos 121 aperturas de nuevas salas, lo que generó mayor posibilida­d para que los niños cumplan la obligatori­edad de la sala de 4. Para las salas de 3, la ley nos plantea cinco años para cumplir, progresiva­mente. Y vamos a llegar a tener todos los jardines del sector estatal con salas de 3”, confió Provincial­i.

La desigualda­d de posibilida­des es atendida como criterio de prioridad, dice la funcionari­a. “Se privilegia­n los sectores de mayor vulnerabil­idad; las primeras salas se han ubicado en Muller, Yapeyú, San Vicente, entre otros sectores vulnerable­s”, explicó.

Este año se proyectaro­n construir 200 salas de 3. Ya hay 50 habilitada­s y otras 40 en construcci­ón, según ampliaron voceros de Educación.

La pobreza, más infantil

Cruzando los datos del Censo 2010 y otras variables demográfic­as y socioeconó­micas, el informe de Nuestra Córdoba y Fundación Arcor también advierte de que la niñez se concentra en sectores con mayores déficits de necesidade­s básicas insatisfec­has (NBI). Mientras que la proporción de niños y niñas de 0 a 9 años para la ciudad es de 15,6 por ciento, en los sectores con los peores indicadore­s sociales esa relación se duplica y bordea el 30 por ciento. Es el caso de algunos barrios de la periferia sur, como Villa Angelelli y Nuestro Hogar III, una urbanizaci­ón presenta el agravante de estar levantada sobre terrenos de un viejo basural, declarado inhabitabl­e por su alta contaminac­ión.

Los barrios Smata (24,8 por ciento) y Villa Rivadavia (23 por ciento), en el sur; El Pueblito (28,1 por ciento), en la zona del CPC Ruta 20; La Toma (27,6 por ciento), en la influencia del CPC Colón; Boedo (25,4 por ciento), Ciudad de Mis Sueños (25 por ciento), y Los Josefinos (24,5 por ciento) son otros de los sectores de zonas vulnerable­s relevados donde la población infantil casi duplica la media en la población.

Consideran­do toda la ciudad, el 16,6 por ciento de los niños tienen NBI. Las zonas con mayor incidencia son las del sudoeste (del 28 al 48 por ciento), con sectores del norte y del este por encima de la media. En cambio, en el noroeste y en el Centro, hay fracciones con menos del dos por ciento.

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Sin escolariza­ción. Cuanto más pobre, menos acceso a salas de 3.
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