Aplausos en el bar, entre cafés y vodka
WASHINGTON. “Fueron pura y llanamente mentiras”. La frase lapidaria de James Comey sobre las razones que Donald Trump dio para su despido fue recibida ayer con un gran aplauso en Shaw’s Tavern, uno de los bares de Washington que convocó a sus clientes a primera hora de la mañana para seguir el testimonio del exdirector del FBI ante el Senado.
El silencio había sido hasta entonces sepulcral en un salón con grandes pantallas planas –sólo alrededor de la barra había cuatro– que emitieron en directo una declaración que puede dañar al presidente Trump en el “thriller” político que hay en marcha.
La audiencia contribuirá a dilucidar si cometió o no obstrucción a la Justicia. El impeachment es la amenaza de fondo.
“No creo que Trump tenga muchos seguidores en este bar”, dijo Katherine, quien trabaja para una ONG de derechos humanos. Ella está convencida de que hay razones para destituir al presidente.
La fila que se formó para entrar al bar no había llegado al extremo de la del Senado, donde desde las cuatro de la mañana había personas aguardando lugar en la audiencia pública, pero a las 9.30, cuando el bar del otrora degradado y ahora barrio de moda de Shaw abría sus puertas, la línea ocupaba la cuadra.
Shaw’s Tavern había citado a sus clientes a una “audiencia covfefe de Comey”, en referencia al término desconocido que recientemente tuiteó Trump causando hilaridad y furor en las redes.
Un “desayuno FBI”, un “sándwich FBI” y un “café covfefe” formaron parte de un menú especial que incluyó vodka por la llamada trama rusa y el supuesto intento del gobierno de Vladimir Putin de influir en las elecciones estadounidenses de noviembre.
Unas 150 personas llenaban el local cuando el exdirector del FBI comenzó a hablar a las 10 de la mañana. Un hombre alto en cada una de las dos puertas cuidaba que ninguna de las más de 100 personas que se quedaron fuera entraran a una sala ya sin lugares libres y tomada además por miembros de la prensa.
“Esta audiencia nos va a servir para saber más porque no conocemos toda la verdad”, apuntaba a DPA Harris, quien había acudido Shaw’s Tavern con una amiga.