El clon catalán del “Rey del Pop”
El catalán Sergio Cortés protagoniza un homenaje a Michael Jackson basado en un increíble parecido físico con el “Rey del Pop” y un amor genuino por su legado. Doble oficial en varias oportunidades, cree que el genio fue más víctima que victimario y revis
Sergio Cortés imita y homenajea en Córdoba al gran Michael Jackson.
Las bandas tributo suelen jugar al borde de la legalidad cuando disponen afiches con fotos del ídolo al que imitan al carbónico. Sergio Cortés, el catalán que se jacta de protagonizar uno de los mejores
shows homenaje a Michael Jackson del mundo, no necesita de un ardid semejante. Sencillamente, porque su parecido con el fallecido “Rey del Pop” es increíble.
Para generar la duda “¿Michael está vivo?”, a Cortés le basta con maquillarse un poco, acudir al vestuario más potente en términos simbólicos y posar frente a la cámara. “El tema de la imagen no me resulta difícil, es natural. No me he hecho cirugías ni nada por el estilo. En el año ’87, cuando yo tenía 16, mi carrera se unió a la de Michael Jackson por mi parecido físico. No me sorprende que crean que soy él”, dice Cortés en persona, mientras genera en su interlocutor la extraña sensación de que está hablando con el mismo artista que llevó la música negra a la estratosfera. Si no fuera por los españolismos del entrevistado, la ilusión coquetearía con una idea de resurrección.
“Por aquellos años, un periodista me observó que era parecido y me preguntó por qué no me maquillaba como él así me hacía un reportaje para una revista. Me pareció divertido. Después, a las dos semanas, me llamaron unos suizos que promocionaban el perfume Michael Jackson para usar mi imagen”, completa Cortez, quien además del plus físico contaba con otro musical, ya que con sus hermanos adoraban al genio de Indiana desde su etapa con The Jackson 5.
“Le he adorado siempre. Y fue casual que mi fanatismo haya devenido en mi vida laboral. Luego también pesaron casualidades como la tímbrica vocal. Hasta que ese periodista me contactó, bailaba la época del Thriller, cuando tenía ojos saltones, el pelo rizado y era menudito… Era el Michael Jackson del colegio aun cuando era tímido. No me mostraba en una obra de teatro escolar y sólo la pasión por Michael me permitió vencer esa timidez”, revela el artista que pudo entreverarse en la factoría de Michael como doble. “Este show que presento es parte de un proceso largo en el que trabajé para él en diferentes circunstancias –explica–. Para lo del perfume, claro, él tenía que dar una aprobación. Y luego me contrataron como su doble. Fue en 1994, cuando se casó con Lisa Marie Presley”.
Sujeto de distracción
Lo del casamiento de Michael con Marie fue una jugada maestra con Cortez como sujeto de distracción. Es que el 26 de mayo de 1994, mientras Michael contraía matrimonio en La Vega, República Dominicana, el catalán despistaba a la prensa en Marbella, mientras se desarrollaba un desfile de 80 Harley Davidson controlado por patrullas y helicópteros. Sergio fue Michael como nunca antes. “Esa vez hice dos canciones para la prensa, incluso”, recuerda. –¿Pero cuándo lo conociste?
–En 1997, cuando me volvieron a contratar para ser el doble que saluda desde la ventana del hotel. En realidad, ese servicio respondía a un juego de su parte, porque el mismo Michael se asomaba también. Antes de conocerlo, bajó su cámara personal para grabar una sesión mía y una serie de preguntas del tipo qué pensaba yo de él. También me pidió que hablara un poco de mí. Esa grabación en bruto se la subieron a su suite, él la vio y dio la autorización para que subiera a conocerlo. Tanto esperé ese momento a lo largo de mi vida, que al vivirlo me quedé estupefacto. No reaccioné. Él sí fue muy gentil en el trato. Muy atento. Me regaló una dedicatoria, que tengo encuadrada en casa, y una gorra de Neverland.
–A la hora del armado del show, ¿privilegias alguna época en particular?
–Ha sido muy difícil hacer una selección de una discografía tremenda. Hemos cogido los clásicos que deben estar (Thriller, Smooth Criminal, Billie Jean ) y al-
gunas canciones que él no llegó a hacer en concierto, como las que están incluidas en (el disco póstumo) Xscape. Créase o no, mucha gente ha llegado a Michael por este último material. También hay algo de la época de Jackson 5… –¿Recordás cómo te afectó la noticia de su fallecimiento?
–Fue un shock. Sus últimos años fueron muy duros, con todo lo que ha vivido en los tribunales. Desde mi perspectiva, sabía que algo no iba bien, que iba a por él. Pensaba que podía ocurrir algo en cualquier momento, pero eso no quita que fue un shock enterarme de que Michael había muerto. Él ha estado en mi vida desde chiquitito, profesional y personalmente. Fue un shock tan grande que no me gustaba verme en el espejo; me hacía daño. Después abandoné el espectáculo, me corté el cabello, tiré todo mi vestuario… Esto sucedió en 2009, cuando todos los medios me llamaban para hacer musicales suyos. ¡Fue tan triste como molesto!… Porque en los años de los tribunales nadie me convocaba, nadie quería oír la música de Michael Jackson. Volví a pedido de los fans; entre ellos, mis músicos y bailarines, que no son sesionistas, son auténticos fans de Michael.
–Para algunos, el legado indiscutible de Michael va por un lado y la condena por pedófilo por otro. ¿Cómo es en tu caso? ¿Creías en su inocencia?
–Cuando le conocí, confirmé lo que siempre había imaginado: que era un artista de una sensibilidad suprema. Muy gentil, muy humano. En mi opinión, alguien con ese nivel de sensibilidad es incapaz de comportamientos perversos. Además, a él se lo comparaba con Peter Pan, capturaba a los niños y los llevaba hacia un mundo mágico. Aún sucede: muchos niños en el mundo bailan el
Billie Jean. Hablo de las generaciones que nacen y crecen ahora. Michael es un elegido. Pero cuando las cosas escapan a la comprensión de un humano promedio…