A un año del Mundial de Rusia, Argentina tiene con qué
Argentina cerró su gira con un 6-0 a Singapur y ahora apunta a la clasificación al Mundial de Rusia, que empezará justo en un año. Jorge Sampaoli tiene motivos para ser optimista.
“Las conclusiones siempre van a ser con un análisis bastante comparativo de que lo que se viene es totalmente diferente de lo que pasó en este partido”. Esa fue una de las definiciones que Jorge Sampaoli dejó ayer luego de la goleada 6-0 de Argentina sobre la casi amateur Singapur, en el cierre de la gira que comprendió también la victoria 1-0 frente a Brasil en Melbourne.
Sabe el flamante entrenador del seleccionado que ahora se viene lo más difícil, una etapa en la que el margen de error es nulo, exigencia que tendrá su punto de inicio el 31 de agosto en Montevideo, donde Argentina enfrentará a la difícil Uruguay en la reanudación de las eliminatorias. Ese juego por la 15ª fecha marcará el rumbo de este nuevo ciclo, que tiene como principal objetivo la clasificación al Mundial 2018, que comenzará en Rusia en un año exacto.
El clásico rioplatense será la primera de las cuatro finales que le quedan al combinado dirigido por Sampaoli para intentar ser mundialista. Para eso, debe asegurarse una de las tres plazas restantes (Brasil ya está) o al menos mantener el lugar de repechaje donde está para luego definir el pase con el primero de Oceanía.
Más allá de las dificultades por el calendario en el cual se programaron estos amistosos (por ejemplo, final de la temporada en Europa y etapa de definición en Argentina), las pruebas le dejan conclusiones que Sampaoli tendrá muy en cuenta y renuevan el aire en el inicio de su carrera como seleccionador albiceleste.
Ayer, el DT destacó el interés demostrado por los jugadores: “Pese a que el partido estaba cerrado, transpiraron la camiseta y siguieron buscando”. Ese punto conformó a Sampaoli, quien dijo tener la “ilusión” de que vuelva a haber comunión entre el seleccionado y el público. El santafesino confió que así se acercarán a la gente para afrontar el cruce ante Uruguay, clave rumbo al Mundial.
Además de la predisposición mostrada por el grupo, con Lionel Messi a la cabeza, de esta excursión Argentina se trae dos buenos resultados, porque le cortó un largo invicto a Brasil, que pese a varias ausencias siempre es Brasil, y goleó sin discusión a Singapur con un resultado que podría haber sido catastrófico. Y, lo más trascendente, el equipo mostró los primeros síntomas de la agresividad ofensiva que quiere inculcarle su nuevo conductor y amplió la base de nombres con vista al recambio futuro. A los Messi, Mascherano, Di María, Dybala, Romero, Biglia, Banega o Higuaín se agregaron alternativas válidas como Salvio, Paredes, “Papu” Gómez, Lanzini, Acuña, Correa o Alario, por ejemplo. Todo invita a creer que se vienen tiempos mejores.