Infierno en la torre
El incendio en un complejo de viviendas sociales en Londres dejó el saldo provisorio de 12 muertos y 18 heridos críticos. Las llamas fueron combatidas durante casi todo el día y todavía no está claro el origen del fuego. Críticas por el mantenimiento del
Acasi 24 horas de haberse desatado un verdadero infierno en la torre Grenfell, un complejo de departamentos sociales de la ciudad de Londres, Inglaterra, el balance era devastador: al menos 12 muertos y 79 heridos, de los que 18 están en estado crítico, por lo que no se descarta que crezca la cantidad de fallecidos en las próximas horas.
El comandante Stuart Cundy, de la Policía Metropolitana, dijo que la “compleja operación” para rescatar a las personas que quedaron atrapadas continuaba en marcha y aseguró que aún no se estimó la cantidad de desaparecidos, aunque afirmó que ya no esperaban encontrar a nadie más con vida en la torre.
El director de Seguridad y Garantías de los Bomberos de Londres, Steve Apter, dijo por su parte que “65 personas fueron rescatadas durante el incendio, además de las que lograron salir por sus propios medios”, y aseguró que había “todavía focos por extinguirse en lugares difíciles de alcanzar”.
Por ahora se desconoce la causa del fuego, aunque Scotland Yard descartó que se debiese a una acción terrorista.
Todo ocurrió en una torre de viviendas sociales, que habitaban unas 500 personas, en su mayoría de bajos recursos, en el oeste de Londres.
Se cree que el fuego comenzó en un departamento del segundo piso, a raíz de un accidente doméstico, aunque todo es una hipótesis, ya que todavía no comenzaron los peritajes oficiales.
Lo concreto es que en un puñado de minutos las llamas se propagaron con avidez y fueron ganando los pisos superiores, imposibilitando a varios de los residentes que lograran escapar a tiempo, pese a que las primeras autobombas llegaron seis minutos después.
“En mis 29 años como bombera nunca he visto nada de esta escala”, reconoció la jefe de la Brigada de Bomberos de Londres, Dany Cotton.
Fueron esos primeros minutos en los que los gritos en medio del fuego y la oscuridad llenaron de desesperación a todos los rescatistas.
“Desde una de las ventanas, en el noveno o décimo piso, había una mujer haciendo señas explicando que iba a tirar a su bebé y que si alguien podía tomarlo”, dijo Lamrani, una mujer que manifestó estar segura de que “el niño pudo sobrevivir porque un hombre consiguió atraparlo” en la calle.
Mientras ayer los bomberos seguían combatiendo el fuego, que continuaba activo a más de 12 horas de haberse iniciado, en las afueras se iba organizando todo un operativo para socorrer a los sobrevivientes, quienes sólo se quedaron con la ropa que tenían puesta cuando lograron escapar del infierno.