La reforma tributaria impostergable
Los datos de la recaudación provincial de los cinco primeros meses del año reflejan una baja en ciertos niveles de actividad, al tiempo que alientan el debate sobre una reforma tributaria que reduzca los costos de la producción y del comercio.
En mayo, la recaudación provincial alcanzó los 9.946,8 millones de pesos, el nivel más alto del año, aunque en la comparación interanual y descontada la inflación, implica una caída real de 1,1 por ciento.
Durante estos cinco meses de 2017, los ingresos totales del fisco provincial totalizaron 46.158,5 millones, con un alza inte- ranual de 1,5 por ciento en términos reales.
La expansión de la actividad no fue igual para todos los sectores, aunque los más dinámicos aportaron un crecimiento superior al 25 por ciento. El incremento de la alícuota en determinadas actividades provocó que el balance del Impuesto a los Ingresos Brutos fuera positivo en más del cinco por ciento en relación con igual período del año anterior.
Casi una veintena de entidades empresariales difundieron un documento crítico sobre lo que llamaron el “costo Córdoba”, respecto de la presión impositiva que descargan sobre la producción y la actividad comercial los municipios y la Provincia.
Casi todas las representaciones empresariales de Córdoba cuestionaron el aumento en la tarifa de la energía eléctrica, así como la excesiva burocratización en los distintos niveles del Estado.
El llamado de atención apunta a la incorporación de personal en áreas no productivas ni de emergencia, así como una ralentización de los procesos de gestión pública. No se trató de una advertencia más, pues las agrupaciones firmantes revelaron que esos desajustes en los costos provocan cierre de locales y pérdida de empleos.
Córdoba, al igual que la administración nacional, enunció la posibilidad de encarar cambios en el ámbito impositivo para 2018, aunque esta promesa parece difícil de cumplir por los elevados niveles de déficit y gasto público.
Esta es una cuestión central para alentar planes de crecimiento y mayor ocupación, aunque el tema aparece como postergado en los grandes ejes de la campaña electoral.
Los argentinos nos debemos una definición del tamaño del Estado. A partir de allí, será necesario encarar una modernización del funcionamiento del aparato público, con criterios de eficiencia y productividad.
La reforma tributaria será una conclusión necesaria para alentar el desarrollo de un país moderno, que sea competitivo y atractivo para las inversiones.
Lo contrario supondrá seguir evaluando raquíticos crecimientos o caídas en los ingresos del Estado, sin posibilidad de corregir el sobrecosto que la actividad pública impone sobre los otros sectores de la sociedad.