El macrismo intenta dividir para triunfar
Desde hace meses, el dato político corre bajo el paraguas de un rumor: el macrismo está interesado en que Eduardo Accastello sea candidato del kirchnerismo en el territorio cordobés, con el objetivo de restarle votos a la alianza peronista Unión por Córdoba.
En los últimos días, hubo dos hechos que le dan ropaje de realidad a lo que era casi un comentario de mesa de café: el exintendente villamariense les confirmó a dirigentes kirchneristas que será candidato en las elecciones legislativas de octubre.
Por otro lado, el jueves pasado, un día después de que Accastello confirmó sus aspiraciones políticas, un grupo de periodistas acreditados en la Casa Rosada vieron al villamariense retirarse con paso apresurado del sector de oficinas que ocupa el Ministerio del Interior y Obras Públicas.
Lo acompañaba el exdiputado nacional peronista, Humberto Roggero. Precisamente, el dirigente riocuartense, que tuvo un alto protagonismo como jefe de bloque en Diputados en las épocas de esplendor del menemismo, hace varios años cultiva un bajo perfil. Pero se convirtió en un operador político todoterreno.
Voceros del Ministerio del Interior no negaron la presencia de Accastello en la Rosada, aunque desmintieron que se hubiera reunido con el ministro Rogelio Frigerio, como trascendió.
Todo parece indicar que Accastello y Roggero habrían estado con Sebastián García de Lucca, viceministro del Interior y hombre importante en el armado del macrismo en todo el país.